Comercios del Viejo Pamplona: las calles Pozoblanco y Comedias (1904-1954)
Y después de haber repasado la historia comercial de la calle Zapatería no me alejo demasiado. Continuo por la zona más próxima y más concretamente por las calles Pozoblanco y Comedias, llamadas hasta 1937 General Moriones y Dos de Febrero respectivamente, aunque me referiré siempre a las calles con sus denominaciones actuales. Comenzaré por los impares, indicando siempre que pueda a algún comercio destacado que sirva de referencia. En 1908, en el nº 1 de la calle Pozoblanco estaba la tienda de tejidos del comerciante catalán Agustín Trias Comabida, el conocido Comercio San Fermín, fundado en 1891 por este. En la trasera, en el nº 42 de la plaza del Castillo estaba su taller de sastrería con venta de género, al menos desde los años 20. De hecho yo recuerdo haber visto una tienda con el nombre de Trias hasta finales del siglo XX, en esa esquina de la plaza del Castillo, junto al Secretariado Navarro, donde hoy se encuentra la peluquería de Ainara Arbiol. En 1951, adquirió en traspaso el Comercio San Fermín el comerciante local Bernardo Eraso Soto, cuyos herederos lo mantendrían abierto hasta el año 2011. Dicen sus descendientes que tuvieron que pagar más por la marca, que estaba registrada por el señor Trias, que por el traspaso. Hoy en su lugar esta Foto Ikatz. A continuación, donde hallamos hoy el único Taberna de la calle, encontrábamos entonces la pastelería y confitería Arrasate que también fabricaba, en su obrador, como todas las de su gremio, chocolate. Fundada en 1888 por Esteban Arrasate y Francisca Ciganda, pasó a llamarse Viuda de Arrasate al fallecer Esteban, en 1924 y quedar al frente del negocio su viuda. En los años 20, ocupaba los números 3 y 5 de la calle. Luego venía la droguería de Cayetano Pinzolas. Casa Pinzolas se trasladaría en los años 20 al nº 14 de la calle con el mismo negocio, vendía pinturas (de hecho también aparece como pintor), y aparatos fotográficos, algo bastante común entonces en el ramo de las droguerías, aunque aparece regentado por Maria Erdozain. En su lugar, en los años 20, se instalaría Epifanio Artaiz, con una tienda de venta de alpargatas y jergas. En los años 50 encontramos al mismo Epifanio Artaiz pero con una tienda de droguería y perfumería en la calle Comedias, mientras que en su local encontramos en estos años ya, junto a Vda de Arrasate, la pastelería y confitería de Lázaro Taberna (hoy Inmobiliaria Fisterra) y junto a ella la heladería, pastelería y confitería de Mercedes Orquin, más tarde Relojería Moreno y hoy Equivalenza.
Posteriormente estaba en el nº 9 de la calle Pozoblanco Manuel Lafaja, vendiendo vino por decalitros, a continuación, en el nº 11 el afilador Bertrand Puntos, que vendía también además de cuchillos, armas y artículos de caza, bicicletas y motocicletas y el guarnicionero Martin Ciganda, sustituido en los años 20 por la pastelería de Feliciano Goñi, (luego Vda de Goñi y más tarde Vda de Goñi e Hijos, conocida con el nombre de La Madrileña), que se mantendría en el lugar al menos hasta los años 60. A continuación estaba en el nº 13 la óptica y relojería de Joaquín Roldan, que vendía también bisutería fina y que se mantuvo con este nombre hasta hace unos pocos años (hoy está en su lugar la cafetería Behiala) y en los números posteriores (13-15) el Café Suizo de Mattossi y Fanconi, con venta de licores, fábrica de gaseosa y sifón, pastelería y confitería, venta de chocolate y otros productos, abierto desde 1844 y hasta 1952, (hoy está en su lugar Código). Para ser más exactos, al Café Suizo se entraba por el nº 37 de la plaza del Castillo, mientras que la entrada a la pastelería estaba en la calle Pozoblanco. En este tramo se han producido algunos cambios en la numeración de los portales, no en vano, esta calle no fue ajena a la construcción de los nuevos edificios de la plaza del Castillo, la trasera del banco de la Vasconia y del Banco de Bilbao, luego Banco de Comercio. Hoy a diferencia de aquella época no hay locales comerciales en la trasera del Banco de la Vasconia, trasera que corresponde a los números 9 y 11. A continuación de la Pastelería del Café Suizo teníamos en los años 20 la alpargatería de José María Zabaleta que continuó al menos hasta la guerra civil, la camisería y venta de ropa blanca 19.000 de Mariano Lamana, de la que tengo constancia desde principios de siglo y que vendía además guantes y perfumes y la modista de sombreros Ramona Benedicto. En este tramo final Rafael Conte y Felisa Labairu disponían de máquinas para coger puntos a las medias. En ese tramo estuvieron Kata, hoy La chica de las lanas y el edificio de la antigua Armería Arana.
En la esquina de Pozoblanco y San Nicolás estaba al menos desde principios de siglo la citada armería de Saturnino Arana (luego Vda de Arana) y en la esquina de Comedias y San Nicolás, ya en los primeros 50 la tienda de confección de los Hermanos Palomeque, que vemos en la foto de Ingeth Morah de 1954. Siguiendo por los impares, pero esta vez de la calle Comedias, hallábamos, a continuación, a principios de siglo, la tienda de coloniales, fabrica de chocolate y velas de cera de Mariano Labairu, de la que tengo constancia desde 1903 hasta al menos la guerra civil. Junto a ella estaba la fábrica de vino de Antonio Erice. Posteriormente, se ubicaría aquí la joyería-platería de Manuel Esparza, que llegó hasta finales del siglo XX, (hoy esta vacío el local), y donde estuvo Coloniales Labairu estuvo desde los años 40 la carnicería de Patricio Reparaz y a finales del siglo la carnicería Julian. A continuación venía, desde los años 20, la tienda de venta de vinos al por mayor de Vda de Yarnoz e Hijos y desde 1935 el bar Gau Txori (donde hoy está el Burgalés) que regentaba Gerardo Arce García. Posteriormente estaba la botería de Vda de Iglesias y Perez que vemos en una foto de Vicente Galbete de los años 60. Fue fundada en 1873 por Gregorio Perez que llegó desde Almudevar (Huesca) hasta Pamplona y se asoció con D. Eusebio Iglesias, afamado botero local. En 1902 Pérez compró su parte a Iglesias y con el nacimiento el 1 de febrero de 1916 de sus trillizas, decidió cambiar el nombre de la empresa por el de Las 3 ZZZ, en honor a sus tres zagalas, siendo regentada desde los años 30 por su hijo Gregorio Perez Daroca. A continuación, donde hoy está el Bar Noe, estaban las guarnicionerías de Paula Garriz, en el nº 9 y donde hoy está la Joyería de Oscar Gracia, antes joyería Perez Alfaro, en el nº 11 la guarnicionería de Juan Yarnoz (en los años 30, esta última guarnicionería era también alpargatería y figuraba como Vda de J. Yarnoz, no sé si corresponde a la misma titular a la que he aludido líneas atrás al hablar del nº 5 de la calle). Luego estaba, a primeros de siglo, la Taberna de G. Fuentes, un negocio de venta de cereales regentado primero por Vicenta Iragui y luego por Fermin Irurita y que desde los años 20 ocupará un negocio de textil fundado por Miguel Unzu que llegó casi hasta nuestros días con el nombre de Unzu Got; hoy ocupa su lugar el Bar La Comedia.
Posteriormente, en el nº 15, donde hasta hace poco estuvo Cilveti había una tienda de venta de vinos y licores al por menor que en los años 30 sería sustituida por un bazar-juguetería, el de Cipriano Puertolas, llamado El 0,95 de Comedias, hasta que, efectivamente, en los años 40 Sandalio Cilveti se haga cargo del negocio del Bazar, bajo el nombre de Bazar Cilveti, incorporando también bisutería o quincallería. Luego, en el nº 17, había un tratante de lana en rama que vendía también pieles del país sin curtir. Se llamaba Jacinto Puig. En su local, desde los años 40 Rufino Tarradellas instalaría una tienda de venta de camisería fina, Tarpuy. Hoy en ese local está El Armario de Judith. Posteriormente, en el nº 19, y desde los años 20 estaba Latasa y Bastida, desde 1940, Fermín Bastida, primero con una tienda de vasija fina y luego con tejidos, llegó hasta los años 80 del pasado siglo, bajo el nombre de Tejidos Bastida, donde hoy está Ruhna y durante mucho tiempo Perejil. Por último, acabando este tramo de calle, teníamos otros dos guarnicioneros, Miguel Inza, en los años 20, Hijos de Inza y posteriormente Sucesor de Inza y en el nº 23, Saturnino Astiz, luego Hijos de Astiz. Tras la guerra, donde estaba Inza se instalaría la tienda de ultramarinos de Francisca Lizoain, hoy está en ese local la cafetería Saint Witch, donde estuvo largo tiempo Sol y Luna y donde desde hace más de 30 años está la papelería Comedias 23 estuvo, desde los años 40, la joyería de Camino Martinicorena.
Volvamos al comienzo de la calle Pozoblanco, pero recorriendo, en esta ocasión su lado derecho, osea los números pares. Junto a la sombrerería Aznarez, sorprendentemente había otra sombrerería, la de Dorotea Beunza que en los años 30 dejó paso a la Droguería de Jauregui y Cía, droguería que a partir de los años 40 se trasladó justo al lado, al nº 4, bajo la gestión de Esteban Jauregui Villar. En este lugar hasta hace unos días y desde hace 40 años estaba la tienda de lanas Lanfil. Posteriormente, a primeros de siglo, en el nº 6 teníamos la carnicería de Braulio Berrio que continuaría su hijo José y posteriormente la sociedad Oloriz y Cilveti. A finales de los años 40, Liceras y Gomez abrían en este lugar la tienda de ropa para la lluvia (impermeables, gabardinas y trincheras) El Búfalo que se mantendría hasta el 2007, luego vendrían DC Shoes y Pele y Melé, su actual inquilino. Tras ésta, donde ahora hay una nueva tienda de ropa infantil y en tiempos estuvo la perfumería Miss, a principios del siglo XX estaba la alpargatería y cordelería de Graciosa Sarasate, (como en otros casos entonces vendían también costales y jergas), que en los años 30 regentaban los Hijos de Ezcurdia y en los años 40-50 ocupaba la fábrica de embutidos (tocinos, conservas de carne, etc) de Narciso Erice. Luego, en el nº 10, donde yo recuerdo haber visto pasar a la carnicería Itarte, la tienda de discos Tipo, One Man e Ideas, hoy una tienda de venta de quesos, estaba en 1908 la esterería de Josefa Gilabert, si bien esta actividad es de fecha bien temprana, ya que en los años 30 comenzó a albergar una tienda de embutidos (chorizos, jamones y tocinos), primero a nombre de Pedro Huarte y luego de su viuda, Dionisia Cuesta. Donde hasta hace poco unos meses estuvo Calzados Monaco hubo a comienzos de siglo dos comercios: la barbería de Ildefonso Palacios que ocupó Martín Oscoz, desde los años 20, con aceites, primero y cafés tostados y quesos después, (en los años 30), para convertirse en una tienda de comestibles a partir de los 40 y la droguería Herederos de Alvaro López. Este último comercio dejó paso en los años 20 a la sastrería de José Guerra.
Ya hemos señalado que Cayetano Pinzolas pasó en los años 20 del nº 7 de Pozoblanco al 14; A finales de los años 40 se ubicaba aquí la droguería y perfumería de Maximino Muñoz Andia. En muchas ocasiones, la actividad casi llega hasta nuestros días. Lo digo porque durante muchos años estuvo aquí radicada la Perfumería Lyana, luego estuvo Adabaki y hoy es una tienda de la actriz Nerea Garmendia. A continuación, en el nº 16 de la calle estaba, en los años 20, la tienda de confección, (de ropas hechas o confeccionadas, decían entonces), de Dominica Egozcue. En este local, en 1946 el padre del exlehendakari Carlos Garaicoechea fundaría la Ferretera Navarra junto a su socio M. Goldaracena. En 1990 se reformó la ferretería, eliminando los artículos de ferretería general y menaje, sustituyendolo por una amplia exposición de artículos de manillería, tiradores, herrajes y accesorios de baño, bajo el nombre de Krisketa. Desgraciadamente hace unos cuantos años se cerró este comercio para dar paso a otro nuevo establecimiento hostelero, el Quixote 42 y digo desgraciadamente porque la hostelería ha crecido en el Casco, en buena medida, en locales que antes eran comerciales. Tras Krisketa estaba, y sigue estando Cafés Bruno. Aquí en la primera década del siglo había otra tienda de sombreros, la de Teresa Otcet, si bien fue de corto recorrido ya que en 1920 se ubicó aquí la barbería de Candido Goñi y luego, desde los años 40, la peluquería de Eusebio Roses.
A continuación, en los números 20-22 estaba, a principios de siglo, la tienda de ultramarinos finos de Modesto Igoa, Los Vascos y posteriormente, en los años 30, la taberna de Gervasio Guerendiain y en el primer piso la fonda y casa de huéspedes de Victorina Amostegui. En los números 24-26, donde hoy está el bar La Escalerica de San Nicolás, estuvo durante más de 70 años, desde 1948, la tienda de electrodomésticos de Antonio Zapatería Amorena, hoy trasladada al nº 42 de la calle Zapatería. Pero retrocedamos algunos años en el tiempo; en los albores del nuevo siglo aquí estuvo la papelería y venta de objetos de escritorio de Casildo Iriarte (también vendía quincalla fina). Más tarde, en la segunda década, (la foto es de 1918) se ubicó el Bazar de Martin Ostiz y Cía. Vendía todo tipo de productos: juguetes, perfumes, objetos eléctricos, articulos de viaje, quincalla, etc. En 1948, como he comentado, se instalaría en su lugar Antonio Zapatería Amorena, procedente de la vecina calle Comedias (1943) y anteriormente (1935), del nº 5 de la calle García Ximenez. Vendía, instalaba y reparaba maquinaria y material de electricidad, así como aparatos de radio y otros productos, gama de productos que ampliaría sus descendientes. Sobre este local, en el 2º piso, estaba en los años 40 y 50 el restaurante Yaben, de José Yaben Insausti que vemos en la foto de la derecha del párrafo anterior.
En el nº 4 de la calle Comedias, donde hoy está la Joyería Xuan, estaba la barbería de Canuto Ezcurra y lo estuvo, por lo menos, hasta el final de la contienda bélica. Y es que Joyería Xuan, está en ese local, por lo menos desde 1940, hoy regentada por la segunda generación. Junto a él, probablemente donde hoy está la heladería Larramendi estuvo, en los años 40-50, el bazar de Manuel Esparza, que tenía tienda enfrente, con especial dedicación a la bisutería y quincallería. Aqui en este tramo y lado de la calle Comedias ha habido varios traslados que señalaré a continuación. Luego de la joyería Xuan, sobre la cual estaba la peluquería de Jesús Zamarbide, venía el centenario Café Roch, del que ya hablé extensamente en la anterior entrada dedicada a la calle Comedias y que vemos en una bonita foto de los años 40-50, junto a este párrafo. En los años 30 teníamos a continuación, en el nº 8-10, la tienda de coloniales de Félix López, y la sastrería de Fermín Muru, donde hoy está la tienda de ropa Komedias Bidean. Entre los años 50 y 80 estuvieron, en este local, tiendas de zapatos como Calzados Jucal o Tacones y luego la tienda de ropa deportiva Cuatro Estaciones de Pedro Lizarraga, padre del actual titular de la tienda Komedias Bidean. En el 12, donde hoy se encuentra El Patio de las Comedias pasaron muchos y diferentes negocios a lo largo de la reciente historia local. Aquí en 1903 había una tienda de aceites regentada por Jose Goicoechea que luego se trasladaría al nº 16 de la calle. En los años 20 aquí se instaló la afamada ferretería de Pablo de la Fuente, inicialmente localizada en el nº 16 de la calle que vendía, además de los productos típicos de una ferretería maquinaria para trabajar la madera, calefacciones, puertas, baterías de cocina, máquinas de afeitar, herrajes, herramientas, heladoras, extractoras de incendios, arcas para caudales, rótulos esmaltados y hasta películas cinematográficas, imagino que se referiría al material para el rodaje o la fotografía y desde finales de los 40, aquí estuvo la fabrica de dulces, pastelería y confitería de Francisco Meoqui. Por último, durante varias décadas en este lugar estuvo la conocida zapatería Calzados Biarritz de la familia Erviti y más tarde la zapatería de Ramón Durán, poco tiempo, antes de su actual desino hostelero.
A continuación hay un edificio de reciente construcción, el nº 14-16, seguramente erigido en los años 60, donde hoy esta la librería Elkar. Allí a primeros de siglo, en el edificio que ocupaba entonces esos números estaba la botería de Pedro Echarri con una larga trayectoria en el lugar, probablemente hasta el derribo del inmueble existente, que vemos en la foto de la derecha, de 1925, y donde se observan, si se mirá con atención, algunos negocios de la calle. Pedro Echarri Balda procedía de Lecumberri y entró a trabajar en casa de Ramon Frauca que tenía cuadras, graneros, una fonda y también hacía botas de vino. Echarri adquirió posteriormente todo el edificio y todo los negocios: la tienda, la fonda, etc. La fonda se la traspasarían en los años 50 a las hermanas Rosario y Teofila Irure. Más tarde el negocio pasó a manos de su hijo Víctor y de un sobrino, continuando con la misma marca, Botería Echarri hasta que en 1945 cambiaron el nombre por Botería San Fermín mientras la razón social era la de Echarri Hermanos S.L. Y a continuación de la Botería Echarri estaba en los años 20, Calzados German Anaut, y en los años 30 la zapatería de María Luisa Iribas, un local que mantendría su uso a lo largo del tiempo ya que desde 1940 en este sitio estaba la zapatería de calzado fino de Faustino Errea. En el último tramo de la calle estaban, en los años 30, un negocio de alquiler de automoviles, regentado por Pascual Martín y desde los años 40-50 la tienda de ropa de punto Tarpuy y el restaurante de Pablo Arce.
Fotos por orden de aparición: Café Suizo (1924-1925). J. J. Arazuri. Pamplona, calles y barrios. Cruce de San Nicolás (1953-54). Inge Morath. San fermín. Años 50. Botería las 3 ZZZ (1965). Vicente Galbete. Bazar Martín Ostiz (1918). J. J. Arazuri. Pamplona, calles y barrios. Cafe Roch (años 50) del Café Roch. Calle Comedias (1925). J. J. Arazuri. Pamplona, calles y barrios.