Inundaciones en la Rochapea (1915-1952)

Hace más de 70 años se produjo en Pamplona, probablemente una de las inundaciones más importantes, sino la más importante de la que tenemos conocimiento en la historia reciente de la ciudad. La cota alcanzada en esta inundación no se ha alcanzado en ninguna otra posterior. Las primeras señales de alarma se produjeron en la noche del viernes 1 al sábado 2 de febrero de 1952 cuando, fruto de la conjunción de las intensísimas lluvias producidas en aquellas jornadas y el deshielo de la abundante nieve que había en las montañas los ríos de la zona norte de la comunidad se desbordaron y con su caudal hicieron que se desbordase el río Arga a su paso por Pamplona. Los barrios de la Rochapea y la Magdalena fueron los más castigados. El nivel del río se elevó por encima de los 5 metros respecto a su caudal habitual.

El desbordamiento empezó a hacerse patente en la madrugada del viernes 1 al sábado 2 de febrero. Las aguas saltaron los campos, arrasando las huertas, llevándose por delante multitud de troncos y árboles y poniendo en peligro el ganado y las aves de algunos habitantes de la Cuenca que vivían junto al cauce, pereciendo algunos de estos animales. El alcalde Miguel  Gortari recorrió, a primera hora de la mañana del sábado, la zona damnificada acompañado de los jefes de la guardia municipal, señor Gálvez Cañero y de la policía rural, señor Navarro. El agua entró en bajeras y cuadras. La corriente era impetuosa y arrastraba todo lo que encontraba a su paso. Hubo momentos de gran peligro. Se sacó a varias decenas de vecinos de sus casas por medios de barcas y lanchas. Se repartieron víveres (pan, leche y otros alimentos) a los vecinos de las casas afectadas. Se movilizaron efectivos de la Cruz Roja, secciones del Cuerpo de Bomberos y soldados de la guarnición de la ciudad. Mientras se desarrollaban estas labores de socorro seguía lloviendo intensamente. A primera hora de la tarde del sábado amainó el temporal y dejó de llover.

El panorama que se contemplaba desde el Mirador de la Taconera y la Media Luna era impresionante como lo atestiguan algunas de las fotos que adjunto. Muchas casas estaban totalmente aisladas y el agua alcanzaba hasta los primeros pisos. El puente del Plazaola estaba a punto de ser cubierto por las aguas y se suspendió el pasó del tren por Pamplona durante ese día. Se decía, entonces, que desde 1915 no se había conocido una inundación tan grande, de tal importancia y tan graves consecuencias, al menos por los daños producidos. Desgraciadamente no tenemos constancia gráfica de aquellas primeras inundaciones del siglo XX. Los daños no sólo se produjeron en las huertas sino también en algunas fábricas de la Rocha. La calle Joaquín Beunza se había convertido en un río hasta cotas más elevadas que en otras ocasiones como la zona alta de la calle, enfrente del puente de Santa Engracia, donde la casa de Extremera. Pero como he adelantado en ésta y en otra entrada del blog no fue solo ésta una de las grandes inundaciones del siglo XX. Hubo algunas otras anteriormente, igualmente destacables, concretamente las acaecidas en los años 1915, 1926 y 1930, de las cuales dará unas breves notas.

En la madrugada del 10 al 11 de abril de 1915 se desbordó el rio Arga  y dicen que pasaron más de 15 horas desde que el río empezó a salirse de su curso hasta que la inundación fue global. El río pasó por encima del puente de la Rochapea siendo inundadas las casas cercanas con una altura de más de metro y medio de agua. Destruyó paredes, llegando a arrastrar vacas, cerdos y hasta un asno propiedad de un vecino de la zona. El puente del Plazaola  quedó, en esta ocasión,  superado por las aguas como casi lo fue en el año 1952 por lo que se interrumpió el tráfico ferroviario. En diciembre de 1926 la crecida sólo fue menor en 35 centimetros respecto a la de 1915. En las inundaciones  de 1930 se alcanzó la máxima punta en apenas dos horas, desde las once de la noche del 27 de noviembre a la una de la madrugada del día 28, todo un record que no se había producido antes ni se produciría después. La intensidad de la corriente provocó la destrucción del puente del Plazaola poco tiempo después de que pasase el último tren de la noche. El servicio del Plazaola se interrumpió hasta junio de 1931, siendo la última parada del tren la de la estación del Empalme en la actual confluencia de las calles Carriquiri y Bernardino Tirapu.

Fotografías: Archivo Municipal de Pamplona, convenientemente datadas y filiadas en la misma foto.

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