Segunda y última entrega sobre las publicaciones periódicas que podíamos ver en Pamplona en aquellos años, en esta entrada de la época de la transición democrática, con referencias también a publicaciones aparecidas fuera de este período. En aquellos convulsos años desaparecieron, como hemos visto en la entrada anterior, algunas cabeceras en nuestra ciudad como «Arriba España» (1975) y «El Pensamiento Navarro» (1981), pero, por contra, aparecieron otras. Periódicos editados en el País Vasco como «Deia» y «Egin» abrieron delegaciones en la capital navarra con información local, provincial, cultural y deportiva de nuestra ciudad y nuestra comunidad. «Deia» tenía su delegación en el nº 57 de la calle Estafeta y «Egin» en el nº 2 de la calle Amaya. Habría que esperar algún año más, hasta 1982 para ver una nueva cabecera editada en Pamplona: «Navarra Hoy». Adjunto alguna de sus primeras portadas.
«Deia» (en euskera «llamada») junto con su empresa Editorial Iparraguirre fue impulsado por el PNV siendo el primer diario nacionalista vasco surgido tras la dictadura franquista. Su primer número salió el 8 de junio de 1977. Poco después, el 29 de septiembre de 1977 aparecía el rotativo «Egin» (en euskera «hacer») de la mano de la sociedad Orain S.A vinculado a la izquierda abertzale y a Herri Batasuna, clausurado en 1998 por orden judicial, por presunta vinculación con ETA, y aunque 11 años después las autoridades judiciales levantaron la suspensión ya no volvió a salir más, pues su espacio había sido ocupado por el periódico «Gara», también con delegaciones en el Pais Vasco y Navarra.
«Navarra Hoy» salió a la calle, por primera vez, el 23 de mayo de 1982 y pretendía tener un ideario progresista y abierto al vasquismo frente a su competidor, el «Diario de Navarra», conservador y de corte navarrista. Fue su primer director Alfonso Ventura que había dirigido anteriormente la «Hoja de Lunes de Bilbao» y «Deia». Desde el comienzo su trayectoria estuvo plagada de problemas económicos. Su rotativa procedía del «Diario de Asturias» que había desaparecido poco antes. A Ventura le sustituyó un año más tarde José Antonio Montón y a éste, en 1986, Xabier Zabaleta que procedía de la primera época de «Egin», antes de que en este rotativo se realizasen los primeros cambios de periodistas por motivos ideológicos. Zabaleta modernizaría el periódico y lo dirigiría hasta 1990, año en que lo dirige, durante un breve período, Jose Arrieta al que sustituiría Juan Pedro Bator. En ese año la empresa se constituyó en una sociedad anónima laboral pero la situación económica no mejoró. En julio de 1993, Zeroa Multimedia se hacía con los activos de «Navarra Hoy» y ponía en marcha un nuevo proyecto que saldría a la luz el 8 de abril de 1994: «Diario de Noticias», con la rotativa y la mayor parte de la plantilla del antiguo periódico, si bien en sus inicios contó, además, con el apoyo de algún conocido empresario de la construcción como Miguel Rico. El rotativo cumple este año su vigésimo aniversario. El periódico mantiene el carácter progresista y vasquista de su predecesor, siendo su primer director Fernando Múgica al que sustituiría luego Manuel Bear y Pablo Muñoz. Mientras tanto «Deia» dejó de editarse en Navarra para convertirse en «Deia, Noticias de Bizkaia» y pasar a formar parte del Grupo Noticias del que forma parte «Diario de Noticias de Navarra» así como «Noticias de Guipuzcoa» y «Noticias de Alava». En 2004 surgiría una nueva cabecera que apenas duró un año, «La Estafeta de Navarra», del grupo del empresario burgalés Mendez Pozo, propietario entonces de algunas televisiones locales como Canal 6.
Además de estos periódicos surgieron, en esta época, otras publicaciones locales, algunas revistas, entre las que merece destacarse la revista «Punto y Hora de Euskal Herria». «Punto y Hora» fue una revista semanal de temática política y orientación nacionalista. Nació como una sociedad de redactores (así reza en su primer editorial) y fue publicada por primera vez en Pamplona en abril de 1976, bajo la dirección de Mirentxu Purroy. Tenía su sede en la calle Cortes de Navarra. La revista sufrió algunos secuestros a lo largo de su historia (que recuerde, al menos en 1981 y 1983) y fue objeto de un atentado en octubre de 1977 reivindicado por la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista) que destruyó por completó la redacción de Pamplona. La editorial del siguiente número era toda una critica contra todo tipo de violencia, tanto contra el atentado recibido como censurando la actividad de ETA. Junto a este parrafo, adjunto la portada del número dedicado a los sucesos de Montejurra, donde murieron asesinados dos jovenes carlistas. En enero de 1979 se cancelaba temporalmente su publicación para reanudarse en abril de ese año esta vez editándose desde San Sebastian, con una dirección mucho más cercana a los postulados de Herri Batasuna. La revista desapareció en 1990.
A lo largo de estos años se editaron algunas otras revistas aunque la mayoría tuvo una efímera existencia. En octubre de 1980 salió el semanario de información general «Chapitel», editado por una sociedad cooperativa de periodistas y dirigida por Antonio Elizondo que más adelante, en 1990, impulsaría otro proyecto de revista que aun pervive: la revista mensual «Negocios en Navarra», que hace cuatro años cumplió su vigésimo aniversario. Entre 1981 y 1982 la editorial Plazaola editó la revista «Cuatro Vientos», una de las primeras publicaciones gratuitas que pronto se especializó en moda y comenzó a cobrarse. Hubo alguna revista de marcada orientación navarrista que tuvo una corta vida, incluso algún intento de sacar una revista de cotilleos local, sin demasiado éxito. En el ámbito cultural destacan la edición de la revista de poesia «Rio Arga» (1976) y sobre todo de la revista «Pamiela». La revista literaria «Pamiela» aparecía por primera vez en 1983. Surge en la librería Hauzolan de la calle San Gregorio, abierta al público en 1977. Con la cuarta revista se quiso hacer un homenaje a Pablo Antoñana y se publicó su libro «Pequeña Crónica». Estaban tras la revista los escritores Txema Aranaz, Javier Eder, Victor Moreno, Santiago Echandi, Pello Lizarralde y Miguel Sánchez Ostiz. Se publicaron 15 números entre 1983 y 1993. De ahí surgiría el proyecto de la editorial del mismo nombre que ha editado cientos de títulos tanto en castellano como en euskera en los últimos 20 años.
A finales de los 90 y primera decada del siglo surgirían diferentes gratuitos, primero independientes como «Barrios de Iruña» que luego serían absorbidos por grupos empresariales locales y estos a su vez por grupos nacionales: el grupo EGN que editaba «Barrios» por La Información S.A, «Vivir Pamplona» del mismo grupo (2004), se convertiría en 2006 en «ADN», del grupo Planeta (desaparecido en 2011) y en 2009 en «Que Navarra» del grupo Recoletos. A los gratuitos se los llevaría por delante la terrible crisis económica que aun padecemos. Asimismo surgieron a finales del pasado siglo y principios de éste, en los barrios, diferentes revistas como «Auzolan» (Txantrea), «Ezkaba «(Rochapea) o «Aldapa» (Casco Viejo). Está por hacer una historia exhaustiva de las publicaciones locales surgidas desde la transición hasta la fecha, por lo que esta entrada supone apenas una pincelada de la rica y heterogénea oferta editorial de esos años.
En el ámbito nacional cabe señalar la aparición en la época de la transición de rotativos como «El País» y el vespertino «Diario 16» (1976-2001) que se convertiría en matutino en 1980 de la mano de Pedro J. Ramirez, fundador posteriormente de «El Mundo» (1989): También cabe citar revistas como «Interviu» (1976) que tuvo una gran repercusión por la mezcla de política y desnudos. Tras una larga represión, también por lo que se refiere al sexo, una oleada de revistas eróticas poblaban en aquellos primeros años de la transición los kioskos de nuestra ciudad. Aunque escasa la presencia de la prensa nacional en Pamplona fue significativamente mayor su difusión durante la transición que en el franquismo. En 1977 nacía la revista de humor «El jueves» y en 1982 la revista «Tiempo». Otros proyectos posteriores de nuevos periódicos salvo «La Razón» (1998) no tuvieron demasiada suerte: «El Sol» (1990-92), «El Independiente» (1989-91), o el sensacionalista «Claro» (1991). En aquellos años junto a «Triunfo» se editaban otras revistas políticas como las ácratas «Ajoblanco» (1974-80) y «El viejo Topo» (1976-1982) o la comunista «La calle». En 1981 se publicaba el primer número de la revista de divulgación «Muy interesante». La prensa asistirá en las últimas décadas a una creciente concentración en potentes grupos multimedia como Vocento, Prisa, Unedisa, Zeta, etc, reduciendo sus tiradas que en décadas pasadas fueron enormes a causa de la creciente competencia de los nuevos medios digitales (con el nacimiento y auge de internet).