Comercios centenarios: Carnicería San Cernin
Hace unos días recibí un correo del actual titular de la «Carnicería San Cernin», Andoni Otamendi, matizando algunos datos sobre el establecimiento que regenta y al que me referí en una entrada del blog de hace algún tiempo. A raíz de esa casual y providencial circunstancia he descubierto un nuevo establecimiento centenario del que me apresuro a dejar constancia. Y es que la «Carnicería San Cernin» es un comercio centenario con todas las de la ley, más que centenario, si nos atenemos a las palabras de Andoni. La carnicería estaba situada en el número 2 de la calle Mayor y estuvo regentada por Juan Sagües, al menos desde finales de la primera década del siglo hasta mediados de la tercera. Y es que hasta 1936 la calle Mayor iniciaba su numeración después de la farmacia de las escalerillas, con el nº 2, compartiendo número con la cerería y chocolatería de Lucas Zabalza, donde actualmente está el «Restaurante Nara» y durante mucho tiempo estuvo la «Pastelería Arrasate». Adjunto, al final de la entrada, foto de un papel de estraza de la carnicería que guardaba la familia como recuerdo de aquella época donde se certifica dicha numeración.
En 1912 entra a trabajar como aprendiz en la carnicería Teodoro Leránoz quien algunos años más tarde, concretamente en 1924, se hace cargo del negocio, inicialmente con el añadido de «Sucesor de Juan Sagües». Desde los años 20 ya se le conocía como «Carnicería San Cernin». Como señalé en el libro «Comercios centenarios de Pamplona» antiguamente se valoraba mucho el nombre y la trayectoria de los comercios y de los negocios en general, de forma que al margen de que el negocio o comercio se mantuviese o no dentro de la misma familia, abundaba mucho entonces lo de “Sucesores de…”, “Hijos de…” o “Viuda de…”. Desde finales del siglo XIX los primeros y pocos corredores que corrían en el encierro, especialmente en el primer tramo del recorrido, pertenecían al gremio de los carniceros. Adjunto, junto a este párrafo, foto de Teodoro Leránoz, con su vestimenta blanca, corriendo el encierro del 7 de julio de 1927, en la plaza del Ayuntamiento, después de haber enfilado el último tramo de la cuesta de Santo Domingo.
Con el paso de los años, y como ocurre en la mayoría de los negocios familiares, entró a trabajar junto a él, en la carnicería, su hijo José Javier, que conoceríamos popularmente como «Zanqueta» o «Zanketa». Este aparece como titular del negocio en 1972, tras el fallecimiento de su padre Teodoro. Adjunto, al principio de la entrada, foto de José Javier Leránoz, en el interior de su carnicería, a principios de los años 80. Tras 72 años en el seno de la familia Leránoz, el negocio pasó a manos de su actual titular, Andoni Otamendi Oroz, en el año 1996, hace ya tres décadas. Javier Leránoz ha sido una persona tremendamente popular en el Casco Antiguo de Pamplona. Fundador en 1961, según unas fuentes, 1964, según otras, con Javier Echarte, Manolo Gil, Javier Yáben, Javier Beriain de la única peña sin subvención «El Struendo de Iruña» que anima las calles del Casco Antiguo a medianoche con su popular y «estruendosa» valga la redundancia «tamborrada» y que, cada año, varía su ubicación en la semana de fiestas. También fue miembro destacado de la sociedad gastronómica Napardi, vamos, uno de los «históricos» de la entidad, como otros tantos comerciantes de la calle Mayor como Javier Sanz, Paco Mendivil, Alfonso Landívar, Javier Larumbe y un largo etcétera y que posibilitaron el traslado de la Sociedad del nº 35 de la calle Mayor a su actual sede en el número 2 de la calle Jarauta.
Fotos cedidas por Andoni Otamendi para esta publicación.