Biografías: Marcelo Celayeta (1867-1931)
Regreso a la sección de biografías del blog en la que recupero algunos perfiles o semblanzas de personajes que protagonizaron la historia del Viejo Pamplona. Y en esta ocasión descubro la biografía de Marcelo Celayeta que da nombre a una de las vías principales del barrio de la Rochapea. Don Marcelo Celayeta y Esparza nació en el año 1867 en la localidad navarra de Riezu. Se doctoró en Teología en Toledo y se licenció, además, en Derecho Canónico. Fue párroco de Aoiz antes de que fuese designado de la Iglesia de San Lorenzo. Tomó posesión de su cargo parroquial el 30 de abril de 1905 con 38 años de edad. Siendo párroco de San Lorenzo fundó las escuelas del Ave María en La Rochapea, barrio que dependía de la iglesia de San Lorenzo y que iba protagonizando, en aquellos años, una incipiente expansión e industrialización pero que carecía de cualquier tipo de dotación educativa. La primera piedra de las escuelas se colocó el 21 de marzo de 1915 inaugurándose el 2 de abril de 1916. Marcelo Celayeta trasladaba, así, a Pamplona el original modelo de escuela que pusiera en marcha, en Granada, el sacerdote Andrés Manjón y del que había tenido conocimiento a través de su amigo de Aoiz, Vicente Diaz. Don Marcelo levantaría junto a ellas, inaugurándose también en abril de 1916, la iglesia de El Salvador, cuya primera piedra se había colocado dos años antes, el 12 de abril de 1914. Durante su largo mandato como párroco de San Lorenzo, de exactamente 26 años (1905-1931), tuvo lugar la profunda reforma tanto interior como exterior del templo. Fue el primer párroco de Pamplona que instaló en su templo calefacción central. Mantuvo un contencioso con el Ayuntamiento a propósito de la titularidad de la capilla de San Fermín, pero ganó el pleito judicial por el cual se declaraba que el Ayuntamiento era patrono pero no propietario de la Capilla de San Fermín. Organizó durante casi 20 años peregrinaciones a Lourdes, a las que en alguna ocasión llevó a la banda de música del Ave María que también fundó y equipó como vimos en una entrada reciente del blog. Perteneció, además, al Patronato del Reformatorio Provincial de Menores creado en 1923 y a numerosas instituciones educativas y benéficas de la ciudad.
Falleció el 1 de mayo de 1931 y su funeral se celebró en olor de multitudes. Y es que, no en vano, no había sido un sacerdote más, dejando una importante huella en la ciudad. Veinte años más tarde, el 27 de julio de 1951, la ciudad se lo reconocía: el Ayuntamiento de Pamplona daba su nombre a la vía más importante del barrio, concretamente al tramo de la avenida de Villava situada entre Cuatro Vientos y Capuchinos. ¡Qué mejor homenaje que éste a quien había contribuido de manera tan decisiva a educar, gratuitamente, a cientos de rochapeanos de aquellas primeras décadas del siglo y a erigir la primera gran parroquia extramuros, en este barrio, más allá de las centenarias existentes del Casco Antiguo!. En 1933, dos años después de su muerte, recibían enseñanza primaria gratuita en las escuelas -y en aquellos años de la República, sin apoyo municipal, al tratarse de una escuela confesional-, 635 niños de ambos sexos por parte de ocho maestros y dos ayudantes. Además 111 jóvenes de ambos sexos recibían clases especiales de Dibujo, Solfeo, Banda, Corte por parte de cuatro profesores y 75 instrucción elemental completa y clases de Corte, Música y Cocina. Resulta curioso, y lo cito como simple anécdota comprobar la estrecha relación de Marcelo Celayeta y algunos de sus descendientes con su legado, con la Iglesia que ayudó a fundar y con las escuelas del Ave María. D. Marcelo Celayeta era tío de Marcelo Larrainzar, sacerdote que vendría a sustituir al finado tanto en la dirección de la iglesia como de las escuelas y era tío abuelo, osea hermano de la abuela, del conocido escritor y sacerdote de la Iglesia del Salvador, Patxi Larrainzar, que a su vez era sobrino del mencionado Marcelo Larrainzar.
Fotos por orden de aparición: Nº 1: Marcelo Celayeta. Archivo DN. Nº 2. Iglesia del Salvador (1916). Aquilino García Dean. AMP
Vivo en la Avenida de Marcelo Celayeta, tengo 48 años, soy de la Rochapea de toda la vida..además estudie en el Colegio Ave María é hice mi primera comunión en la Iglesia del Salvador.
Me siento Rochapeana a muerte!!
Y debo deciros que amo este barrio..donde crecí y donde millones de veces de niña me bañe y donde me sigo bañando en las aguas de nuestro precioso Río Arga y disfruto del privilegio de tener este hermoso Río junto a su paseo..a mi lado durante toda mi vida!!
GraciasSss a quien ha Publicado este homenaje a una figura que tanta relevancia ha tenido en el Barrio de la Rochapea.
Sé es de la Rochapea ó no se es..
Donde pone «Falleció el 1 de mayo de 1931 y su funeral se celebró en olor de multitudes», debería poner en «loor de multitudes».
Este humanista no merece esta broma.
Si echamos mano a la Real Academia Española, lo deja bien claro: nada de “en loor de multitudes”, se dice en olor de multitudes. Y su significado es “con la admiración y la aclamación de muchas personas, en medio del fervor y el entusiasmo de mucha gente”. El hecho de que el sentido recto, no metafórico, de la palabra olor pueda dar lugar a interpretaciones jocosas de la locución “en olor de multitud(es)” ha hecho que, en los últimos años, muchas personas sustituyan ‘olor’ por ‘loor’, palabra que, por significar ‘elogio o alabanza’, puede encajar mejor para el hablante actual con el valor de la locución; pero se trata de una ultracorrección que debe evitarse. La construcción en loor de (‘en alabanza de’) es frecuente y correcta, pero va seguida siempre del sustantivo que expresa la persona o cosa a la que va dirigida la alabanza, no del sustantivo que expresa quién la realiza («en loor de los allí presentes»). Espero que quede clara la corrección de la expresión «en olor de multitudes». Consulta, por favor, el diccionario panhispánico de dudas.
Hola, ¿alguien me podria decir en que dia y en que mas nació?
Según datos que he recopilado, nació en Riezu el día 19 de Noviembre de 1866.