El comercio del «bebercio» en el Viejo Pamplona a lo largo del siglo XX (1900-2000)
Prosigo con esta subserie de los comercios del «Viejo Pamplona» que revisa determinados gremios. En esta ocasión repasaré aquellos establecimientos que vendían o fabricaban con carácter específico o principal bebidas, ya fuesen alcohólicas o espirituosas. Como dije al hablar de las librerías esta no es una entrada cerrada, probablemente me haya olvidado de algunos nombres. No están todos los que eran pero si los más importantes. Por esta entrada desfilan un buen número de bodegas de vinos y licores, tiendas de bebidas, fábricas de gaseosas, cervezas y refrescos, entre otras actividades relacionadas. En muchos casos los establecimientos desarrollaban diferentes actividades asociadas como veremos: bares o tabernas que fabricaban sus propias gaseosas, fabricas y depósitos de cervezas que fabricaban y vendían hielo, fábricas de alcoholes, almacenes de vinos, tiendas de ultramarinos o chocolates, almacenistas, distribuidores varios. Adéntrese conmigo en el recuerdo de nombres y marcas asociadas a otra época, a otro Pamplona. Seguro que muchos de ustedes tendrán más de un recuerdo vinculados a ellas.
Fábricas de gaseosas
No podemos citar las gaseosas sin hablar también del agua de Seltz que hemos conocido habitualmente con el nombre de sifón. El topónimo de Seltz aludía al manantial de una ciudad francesa con ese nombre donde afloraba un tipo de agua mineral carbónica, acidulada, alcalina y con alto componente en hierro. Desde mediados del siglo XIX comenzaron a fabricarse artificialmente aguas de Seltz o aguas carbónicas, carbonatando el agua con ácido tártrico y bicarbonato sódico. El procedimiento se simplificaría más adelante con la invención del gas carbónico. Junto al agua de Seltz o sifón aparecerían las primeras gaseosas que inicialmente se llamó limonada gaseosa por la presencia de limón y ácido cítrico.
Al parecer el primer fabricante de gaseosas en Navarra fue Gaspar Merkel que abrió una fábrica de cervezas y gaseosas en 1857, en el nº 24 de la calle Mercaderes, y que seguiría su hijo Valentín. En los primeros años del siglo XX había en torno a una decena de fabricantes de gaseosas en toda Navarra y de ellos cuatro en Pamplona. Siguiendo un orden cronológico nos encontramos en primer lugar con Esteban San Román quien, en 1874, era titular de un café en el nº 5 de la plaza del Castillo, y en el mismo local tenía ya una fabrica de bebidas carbónicas, gaseosas y agua de seltz, actividades que trasladó en 1899 al nº 7 de la calle Espoz y Mina y 66 de la Estafeta, las gaseosas comercializadas bajo el nombre de «La sin rival». Esteban muere en 1907 haciéndose cargo del café su hijo Sixto y de la fábrica su yerno Pedro Fernández. En 1909 muere éste y el negocio lo hereda la viuda, hija de Esteban y hermana de Sixto. Al poco tiempo, en 1910 Sixto se hace cargo también de la fábrica. Posteriormente hay sucesivos traspasos del negocio hasta 1920 en que la asume de nuevo y definitivamente Sixto que continuará fabricando bebidas carbónicas hasta los años 50.
En los albores del siglo, entre fines del XIX y 1904, nos encontramos también con Miguel Goñi, en el nº 81 de la Estafeta. En ese lugar además de la fábrica de gaseosas nos encontramos con una bodega de vinos y un bodegón o figón en el que se servía vino y platos sueltos. Imaginamos por lo tanto que tanto los vinos como las gaseosas fabricadas serían mayoritariamente para el autoconsumo en el figón o para llevársela comprada de la bodega. La fábrica funcionó poco tiempo, hasta 1909, en que traspasó el negocio, tanto la fábrica como el figón, a Fernando Lusarreta quien forma junto a Martín Echegaray, Domingo Sierra y Félix Odériz la sociedad Lusarreta y Cia creadora de la fábrica de gaseosas «Los tres amigos». Convierten el figón en café bar y comienzan a elaborar gaseosas y sifones que, con esa marca, funcionan hasta 1922. En 1918, Félix Odériz abandona la compañía y funda junto a su padre Serafín y su hermano Gregorio, la empresa Gaseosas Odériz, con fábrica en la calle Estafeta. Disuelta la sociedad, Lusarreta se queda como único titular y crea Gaseosas Lusarreta, con domicilio en el nº 49 de la Estafeta, allí donde también estaba el bar Lusarreta que luego, en los años 30, se trasladaría al nº 71 y que ya hemos visto en la entrada dedicada a la calle Estafeta. En 1944 muere su titular y la fábrica pasa a su viuda y posteriormente a sus hijos. Continua la actividad hasta 1971 en que cierran el negocio después de más de 70 años de vida.
Por su parte Gaseosas Odériz se instaló en el nº 32-34 de la Estafeta. Fallecido Serafín en 1922, la sociedad conoció diferentes denominaciones (Viuda de Odériz, Odériz Hermanos, Viuda e Hijos de Odériz, etc). En los años 30 fallece la viuda, Úrsula Belascoain y también su hijo Felix, quedándose al cargo Gregorio Odériz que traslada en los años 40 la fábrica del Casco Viejo hasta el nº 10 de la calle Sangüesa, esquina con Navarro Villoslada. A mediados de los 50 crea la marca de refrescos Kyns, que llega a competir con la vitoriana Kas. En octubre de 1958 traslada la fábrica a González Tablas. En 1963 fallecía Gregorio Odériz y se iniciaba la construcción de la fábrica de la avenida de Guipúzcoa donde trasladaron la producción en 1965. En esa época la lucha y la competencia con La Casera por controlar el mercado es muy fuerte. En 1968 ambas empresas llegan a un acuerdo por el cual Odériz fabricaría los productos de La Casera en la planta de la avenida de Guipúzcoa, si bien Odériz continuó fabricando refrescos y sifones bajo sus propias marcas. Gaseosas Odériz S.A se convierte a lo largo de estos años en CANASA (Carbónicas Navarras S.A.). La planta cerró sus puertas en enero de 2005. Con su cierre ponía punto y final a una dilatada historia empresarial de casi un siglo.
También entre finales del siglo XIX y 1904 debió abrir la fábrica de gaseosas de Miguel Aldaz, en el número 10 de la calle Navarrería, que también regentaba una taberna y vendía vino por decalitros en la misma calle, concretamente en el nº 6. A partir de 1918 aparece el negocio a nombre de Aldaz Hermanos (los de la calle Ciudadela) para luego, a partir de 1920, pasar a manos de Aniceto Goñi. Aniceto también adquirió la taberna y el almacén de vinos, si bien en 1929 trasladó su producción al nº 15 de la misma calle continuando su actividad hasta 1938 años en que le sucede su hija Josefa Goñi Belzunce. En los años 40, Josefa traslada la fábrica al nº 18 de la calle San Nicolás, donde permanecería hasta 1969, año en que cierra definitivamente.
Al hablar de Odériz en la Estafeta algunos lectores del blog me rogaban que no me olvidase, por favor, de esta entrañable gaseosa pamplonesa. El negocio de Gaseosas Lafaja se debió fundar o al menos tener su origen familiar en 1895 pero no tengo constancia cierta de ello. Sin embargo hay algún rastro en los anuarios comerciales de aquellos años. En 1908 aparece Manuel Lafaja como vendedor de vino por decalitros, con domicilio en el nº 9 de la calle General Moriones (actual Pozoblanco). En 1921 se traslada la actividad al nº 4 de la calle San Agustín bajo el nombre de Herederos de Manuel Lafaja. En 1925 José Lafaja Izu instalaba su fábrica de gaseosas en el nº 4 de la calle San Agustín, donde también había un almacén de vinos. En 1932 aparecía en ese mismo lugar una taberna a su nombre. José continuó con la fabrica en esta calle hasta 1943 en que se trasladó al nº 16 de la calle Merced. En esta ubicación se mantuvo hasta 1969 año en que José dejó la actividad tras 44 años de funcionamiento. Debió tener alguna disputa con la marca madrileña La Casera ya que, a finales de los años 40, comercializó, durante poco tiempo, una gaseosa con ese nombre y tuvo que registrar su propia marca, Gaseosas Lafaja, en mayo de 1945 si bien, lo que es el destino, en 1965 formaría con La Casera la sociedad Carbónica Pamplonesa S.A construyendo una planta en la avenida de Villava que fabricaría con esa marca, La Casera, y en ese emplazamiento hasta 1968, año en que La Casera se fusiona con (o absorbe a) Gaseosas Odériz y la producción se traslada a la planta que esta firma tenía en la avenida de Guipúzcoa, quedando tan solo la producción de Schweppe´s en la planta de la Avenida de Villava.
En 1900 Luis Ros, dueño de un almacén de coloniales y una bodega de vino establecía en la calle San Gregorio una fabrica de cervezas y de hielo, si bien he de decir que en el Anuario Comercial de 1908 el domicilio fiscal de la actividad aparecía radicado en el nº 32 de la calle Zapatería. Ese año Luis pidió permiso al Ayuntamiento para construir una fábrica de cervezas, también fabricaría gaseosas, hielo y sifones, en el nº 3 de la calle General Chinchilla donde hoy está la Jefatura Superior de Policía de Pamplona que se inauguró bajo el nombre de «La Moderna». Luis murió en 1908 pasando el negocio a su viuda, fallecida en 1937 e hijos. En 1915 desaparecía la inicial marca de cervezas «La Moderna» y a partir de 1929 aparece la marca Cruz Azul. En 1966, bajo la dirección de los hijos de Manuel Ros la fábrica se trasladó a Landaben, cesando la actividad siete años más tarde, en 1973. El edificio de la antigua fábrica de la calle General Chinchilla se derribaría en 1980.
Como he dicho al comenzar la entrada y hemos visto la fabricación de gaseosas aparecía vinculada en muchas ocasiones a otro tipo de actividades como la fabricación de hielo o de cervezas, la distribución de bebidas, bodegas, almacenes de vino, chocolaterías-confiterías, tiendas de alimentación y establecimientos hosteleros. Hay así otras personas vinculadas al negocio de la fabricación de gaseosas y la hostelería: por ejemplo, Matías Anoz, con su casa Marceliano. En 1919 Matías Anoz Etulain, dueño fundaba junto a su padre Marceliano Anoz una fábrica de gaseosas en el nº 16 de la calle San Lorenzo, en el mismo lugar donde este tenía una tienda de venta de vinos. El negocio perviviría hasta 1931 con diferentes titulares pero siempre dentro de la familia. Otros negocios de hostelería como el Café Iruña o el Café Suizo también elaboraban sus propias gaseosas en los sótanos del local para el consumo en sus establecimientos. El Iruña lo hizo desde principios de siglo hasta 1969. El Café Suizo de Matossi y Cia lo hizo desde 1908 y hasta 1952, año en que cierra sus puertas y contaba además con un almacén de vinos generosos y champagnes así como una pequeña fabrica de anisados y licores. Recordemos que de su fábrica de licores en la Rocha (Marcelo Celayeta, nº 18) surgiría a partir de los años 50 Baines, de la mano de Daniel Baines. Desde los años 30 aparece en el nº 29 de la calle Estafeta la fabrica de hielo de Pilar Apat. Posteriormente aparece como titular Julio Soto Perez con la misma actividad, fabrica de hielo y también depósito de cerveza, la de la guipuzcoana “Cervezas El León”. La actividad se mantendría con él y/o sus herederos hasta finales de los años 60. En 1971, se instalaba en estos números, como ya he señalado en otras entradas del blog, Tejidos Rodrigo.
Entre 1925 y 1927 aparecía también como fabricante de gaseosas y sifones Aurelio Tubía que tenía su fábrica en la avenida de Villava, actual avenida de Marcelo Celayeta y que trasladó posteriormente su actividad a la avenida de Carlos III. En 1928, Martín Uzcarré era titular de un almacén de vinos en el nº 21 de la calle Navarrería. Comercializó la marca Gaseosas Uzcarré hasta 1939. A Martín le sucedió su hijo Marcelino. Distribuía bebidas y producía espumosos y sidra achampañada con el nombre de «San Martín». En 1946 abrió un café en el nº 16 de la calle del Carmen. Desde 1963 pasó a pertenecer al grupo de gaseosas Sanitex que desde 1968 comercializaría la marca Konga si bien todavía en 1967 seguía fabricando sus propias gaseosas.
En 1929 Elías Echechipia instalaba una máquina para elaborar bebidas carbónicas en su taberna del nº 18 de la calle San Nicolás, conocida como Vinos El Cosechero, pues anteriormente hubo allí una bodega de vinos. Elaboraron gaseosas y sifones para el autoconsumo hasta 1933. No obstante revisando los anuarios comerciales de esta época en 1932 aparecen en el nº 16 Vicente Echechipia y Javier Sanz, este último cosechero y fabricante de chacolí. En esta ubicación se encuentra actualmente el bar El Marrano. Elías Echechipia también aparecía como titular de una taberna en el nº 28 de la calle Calderería. Durante unos pocos años, en los 40, debió fabricas gaseosas Marcelino Llorente en la calle San Lorenzo. En 1951, Francisco Blanco Soraluce instalaba su fabrica de gaseosas en el nº 65 de la avenida de Carlos III bajo el nombre de Espumosos Arancha. A finales de la década se trasladaba a Mártires de la Patria, actual Castillo de Maya cesando su actividad en torno a 1963. En el inicio de los años 60 se instalaba en el nº 10 de la travesía del Ave María la Sociedad Anónima de Bebidas Carbónicas, que yo conocí en mi niñez como los depósitos del Kas.
Fabricas y bodegas de vino, licores y otras bebidas alcohólicas
Puede decirse al igual que he dicho con la fabricación de gaseosas, que al comenzar el siglo, existía una abigarrada mezcla de actividades en el sector del vino y los licores: había tabernas o tiendas de alimentación que vendían vinos, y de entre estos algunos tenían bodega e incluso los fabricaban. Así, a primeros de siglo (1904-1908), tenemos conocimiento de la taberna de Miguel Muniain en el nº 16-18 de la calle San Miguel. Fundada en 1886 por Miguel Muniain, si bien desde 1879 tenemos a Mateo Muniain Reta vendiendo vino en el citado lugar. Enseguida el establecimiento se especializará en la venta de vinos al por mayor y menor y no solo de vinos, pues en los años 30 también aparecía como almacén de vinos y depósito de champan, vendiendo además licores y ampliando el local hasta el nº 20 de la citada calle. Hoy en dia sigue a cargo del negocio la tercera generación familiar, formada por José Ignacio y José Antonio Murillo. Cerca del cruce de Cuatro Vientos, había una especie de posada regentada por Domingo Eugui, la casa se conocía popularmente como la de Domingo Chiqui. Domingo era el padre del industrial Carlos Eugui y Barriola, fundador en 1927 de la famosa Azucarera de Eugui que fallecerá en 1956 y que continuarán sus hijos. Pues bien, a principios de siglo Domingo Eugui también aparecía en el epígrafe de vendedor de vinos y al poco tiempo aparecerá su hijo como vendedor al por mayor de vinos y fabricante de alcoholes y licores.
Junto a él aparecían como fabricantes y vendedores de vino al por mayor y menor Antonio Erice (C/Dos de Febrero, 3, hoy Comedias), Gabriel Sarasa (C/Mártires de Cirauqui, 5, hoy San Antón) y Agapito Peralta (Sarasate, 26 y San Miguel, 22) que también vendía aceites al por mayor, de los cuales tan solo Muniain, Eugui y Peralta continúan a lo largo del tiempo. Vendían vino por decalitros además de los que cité cuando hablaba de las gaseosas otros comerciantes como Miguel Anocibar (Mayor, 55), Daniel Apesteguía (Zapatería, 36), Esteban Arraiza (Ciudadela, 11), Hermanos Catalá (Sarasate, 14), Modesto Elizondo (Mayor, 37), Marcos Gil (Navarrería, 21), Dámaso Martínez (Jarauta, 69), Francisco Navarlaz (Martires, 48), Silvestre Sanchez (Estafeta, 23) José Tejada (Estafeta, 41) y Lázaro Urmeneta (Jarauta, 19) y licores al por menor Jenaro Pascual (Constitución, 4) y Herederos de Elías Osinaga (Navarrería, 3).
En los años 20 descubrimos en los anuarios comerciales muy conocidos nombres relacionados con la venta y almacén de vinos como el Taberna Hermanos, con tienda en el nº 3 de la C/San Antón (vendiendo al por mayor) y el nº 1 de San Lorenzo (venta por decalitros) que, más adelante, contó con una nave en San Jorge, muy cerca de la Estación del Norte o la Sociedad Mercantil Vinícola Navarra conocida por su vino Las Campanas, primero en el nº 19 de Paseo Sarasate y en los años 30 en el nº 4 de la Avenida de Roncesvalles. La Sociedad Mercantil Vinícola de Campanas fue fundada en 1864 por los hermanos labortanos Mihura y fue la primera gran sociedad productora y comercializadora de vinos y licores de Navarra. También cabría recordar el establecimiento de Aldaz Hermanos, en el nº 11 de la calle Ciudadela que también fue taberna y que tras la guerra dirigió Miguel Aldaz hasta finales de los años 60. De hecho hasta hace bien poco estuvo allí el Bar Espejo, abierto a comienzos de los años 80 tras 16 años de inactividad económica en el local. También encontramos a Patricio Taberna en el nº 10 de la calle Mayor con taberna en Santo Andía, que abriría más adelante un gran almacén en la Rochapea. En la Rochapea, desde los años 30 nos aparece el nombre de Ozcoz y Compañía,de hecho hasta nosotros ha llegado el topónimo del Grupo Oscoz o Casas de Oscoz, como un lugar emblemático de la Vieja Rochapea, y que estaba muy cerca de donde se hallaba la Bodega de Oscoz. En los años 60 encontraremos también en la Rochapea (Grupo El Salvador) a Pedro Asurmendi. Fabricantes de chacolí eran Vicente Echechipia y Javier Sanz, Manuel Izu, Manuel Iribarren y Javier Subiza.
También vendían vinos al por mayor en los años 20, la Vda de Yarnoz e Hijos en la calle Comedias, 5, entonces Dos de Febrero y de vino por decalitros, José de la Fuente, donde décadas después se ubicaría la Farmacia Castellot. Al por menor vendían también Demetrio Cebrian y Vda de Consyaga en San Lorenzo, Silvestra Ramírez en San Gregorio, 32, Mariano Barón en Nueva, 87, Bernardo Arroyo, en Descalzos, 61, Simona Echeverría en San Agustín, 20, Agustín Idoate en Estafeta, 7, Elías Goñi en San Miguel, 5, Herederos de Gregorio Fuentes en Comedías, 15 y Vda de Eraso en Eslava, 7. Uno de los más importantes almacenistas de vinos y champán fue José María Ibañez ubicado en el nº 73 de la calle Nueva, en los anuarios comerciales consultados aparece al menos durante cerca de 30 años, los que van desde mediados de los años 20 a mediados de los 50 (1953). Ese mismo lugar aparecía, asimismo, como domicilio de Bodegas Navarras S.A. Antonio Ibañez me confirma que en efecto José María Ibañez era su abuelo, el tafallés José María Ibañez Alcalde y que él recordaba, de chaval, que tenía una preciosa tienda en la esquina de la plaza de San Francisco con Eslava que debió estar abierta por lo menos hasta 1953, yo por las indicaciones de los anuarios comerciales que hablan del nº 73, supongo que estaría en el local que ocupa actualmente Textiles Blanco, pudiéndose entenderse esta zona como prolongación de la calle Eslava o como principio del Pasaje a la calle San Miguel. Parece ser que el primer champagne elaborado en Navarra lo hizo su abuelo José María en Tafalla, en el año 1907, embotellando su producto con la marca Ezcaba ya en Pamplona, y en sociedad con otras personas, imagino que a través de Bodegas Navarras S.A. Por cierto y hablando de champán de la tierra recuerdo que en los Sanfermines de mi infancia se ponía en el Paseo de Sarasate, junto a la Audiencia, una caseta del champán Karry, de Bodega Carricas de Olite. Por otra parte, desde los años 50 y hasta finales del siglo XX creo recordar había una tienda de bebidas en el nº 35 de la plaza del Castillo, que se llamaba «Solera»
Aunque afincada en Villava, no podemos olvidar, de hecho tenía una tienda en plena plaza del Castillo, en el nº 12, a Hijos de Pablo Esparza, fabricantes del conocido anis Las Cadenas. Parece que su actividad se inicia en 1872 de la mano del matrimonio formado por Pablo Esparza y Eufemia Bornás que se trasladaron de Falces a Villava en 1885. A estos les sucedieron, tras la muerte de Pablo, en 1918, sus hijos Teófilo y Pedro, este último murió en 1939 y le sucedió su hijo Pablo Esparza Lacunza que falleció en 1968 y al que sucedió su hijo Pablo Esparza Apat fallecido, a su vez, en 1986. En 1919 nacía Anis Las Cadenas. Además de anis vendían licores, vino, aceite, coñac, ron, moscatel y vermut. En 1940 se fusionaron con Bodegas Navarras S.A que en los años 30 fabricaba vino y champan. De hecho en los años 40 y 50 era muy popular su champán Ezcaba, la última botella salió de fábrica en 1966. En 1972 lanzaron su pacharan Basarana y en los años 90 los licores de frutas y más tarde los orujos de hierbas y el whisky peché. Hoy dirige la empresa la quinta generación que vende sus productos a quince países. Es uno de los pocos casos en los que una industria local no ha sucumbido a las fusiones con grupos nacionales o internacionales
En 1940 el tafallés Antonio Ibañez Alegría fundaba en el nº 28 de la calle Estafeta, Bodegas Ibañez. Las notas y valiosas fotografías que incorporo en esta parte de la entrada proceden de su hijo Antonio Ibañez Basterrika que estuvo en el negocio familiar desde 1960 hasta los años 90. De aquellos años en los que estuvo en la tienda recuerda Antonio el ultramarinos de Leocadio Urtasun, cerca de la bajada de Javier, el zapatero remendón que había cerca de donde está La Casa del Libro o la fonda La Barranquesa. Los Ibañez eran almacenistas de vinos, vendían y producían licores, vinos, gaseosas, gasificaban vinos, etc. En la gasificación de vinos además de los Ibañez no debiéramos olvidar a Juan Roig en la Milagrosa, Benedicto Barandiarán en Navarrería y Jerónima Sorbet en la Taconera. Los nombres de las marcas de los productos que comercializaba Bodegas Ibañez hablaban bien a las claras de su origen familiar: la sidra Mirentxu, se le dió tal denominación por el nombre de su hermana Miren Uxue; las cuatro primeras letras de KRAMS se correspondían con las iniciales de los nombres de los hermanos de su padre (Karmen, Rufino, Aurea, María..), Gares o Puente la Reina, era el nombre del pueblo de su madre Sagrario. Otros productos eran el vino quinado San Fermín, el cava Imperial Sillery, la sidra achampañada Bidasoa, del que les muestro una rara etiqueta, anterior a la sidra Mirentxu y que fue fabricada aproximadamente entre 1942 y 1958, según señala Antonio Ibañez Basterrika. Agradezco a Antonio su generosa aportación gráfica a este blog y le animo a compartir mucho más recuerdos e historias sobre el negocio familiar.
Yo trabajé para la familia Oderiz, en la fábrica de la Avda. Guipuzcoa hace muchos años. No sé dónde podría obtener más información sobre la fábrica y su gente.
Gracias,
Álavaro Martín, tienes razón: había una fàbrica de vino gasificado marca Castellet en la Navarrería, la que ya se ha citado de Benedicto Barandiarán, apodado «El Ruso», con quien mi padre tenía cierta amistad; durante algunos años, un día de los sanfermines almorzábamos en la bodega tortilla de patatas del bar Cordovilla regada con «champán» Castellet.
La Bodega del palacio del Marqués de Rozalejo, que yo recuerde, la alquiló mi abuelo José Maria Ibáñez Alcalde. En ella elaboraba sus «Champagnes». Yo la conocí y aunque era un jovencillo bajé en muchas ocasiones. La familia Ibáñez y Alegría (Katalina) vivían en el primer piso y yo visitaba mucho a mis abuelos.
Si no recuerdo mal, uno de los empleados de mi abuelo era un tal LOBERA de apellido. Cuando mi abuelo deja de elaborar porque se jubila, etc, éste señor Lobera creo que organiza lo del Vino Espumoso CASTELLET. A decir verdad eran dos industrias diferentes. Por lo visto LOBERA (lo conocí) no aprendió a ELABORAR «champan». Por esa razón se ganó la vida gasificando vinos. Creo que su señora (de Puente la Reina como mi madre) se apellidaba Goldaraz y tuvo una tienda de zapatería en Calle Estafeta. Varios de esa mi familia fallecen sobre 1966. Por cierto! La bodega del palacio…había que bajar por unas rampas lar
guísimas; se llegaba a una bajera y por otras escaleras a otro sótano. En tiempos lejanos uno podría «escapar» por Calle Mañueta.
Quizá lo haya citado y no lo he visto, pero existió una bodega de champán y de vino en los bajos del palacio del Marqués de Rozalejo, en el 17 de la calle Navarrería. Recuerdo que estaba entrando al portal a mano izquierda y los chavales recogíamos por ahí botellas vacías de champán, se las llevábamos y nos las pagaban a 1,50 pesetas. Creo recordar que la bodega tenía un nombre catalán: Castellet o similar.
¡Buenos días!
La entrada es buena, pero quisiera saber si es investigación propia o si está sacada del artículo de Francisco Hernández Duque publicado en los «Cuadernos de Etnología y Etnografia de Navarra» en 2010. Es una mera curiosidad, ya que creíamos que no había nada escrito aparte de dicho artículo. Espero respuesta, gracias por tu atención. Un saludo
Como en el resto de entradas que se refieren a los comercios la fuente documental que más he utilizado son los anuarios comerciales que he podido encontrar desde 1879 a 1963. También he encontrado datos en la sección de Catastro del Archivo Municipal de Pamplona y por último he contrastado datos con alguna fuente oral que trabajó en La Casera, por ejemplo.
Sr.,su cronica ademas de exhaustiva,es excelente.Me permite entender cómo mi abuelo junto a los SRes.Sarasa y LEtamendia establecieron aqui fabrica de aguas gaseosas,que llamo Felix Arbizu y posteriormente Hidromar.Con mucho éxito y luego represento a bodegasLopez y cerveza Palermo. Ahora entiendo!!!Navarros siempre!