Curiosidades: A finales de los años 60 ya se hablaba de construir parkings subterráneos
Aunque el primer parking subterráneo de rotación de Pamplona se inauguró el 11 de diciembre de 1990, con bastante retraso respecto a las ciudades de su entorno, 23 años atrás, en noviembre de 1967 ya se hablaba de la construcción de parkings subterráneos en nuestra ciudad. El día 14 de noviembre de 1967 aparecía en la prensa una noticia que hablaba de asunto. Por acuerdo del Ayuntamiento de Pamplona salía a concurso público las obras de construcción y explotación de los parkings subterráneos de la plaza del Castillo, Paseo de Sarasate, Plaza de la Cruz y zona de la plaza de Toros situada entre las calles Arrieta y Amaya. El Ayuntamiento establecía un plazo de dos meses para la entrega de las propuestas técnicas y económicas, estando prevista la apertura de los pliegos para mediados el 14 de enero de 1968. El ayuntamiento cedía los terrenos y recibiría un canon por la explotación. El coste de la construcción del parking corría a cargo de la empresa concesionaria que explotase el parking y que lo haría por un período de 50 años. Finalizado el plazo para presentar proposiciones no se había presentado ninguna propuesta. La falta de interés de la constructoras fue un jarro de agua fría para aquella corporación. No obstante, algunos años más tarde serían los propios concejales los que no solo no los impulsaron sino que frenaron iniciativas para promoverlos. En unas declaraciones ofrecidas a la prensa hace algunos años por uno de los concejales sociales de aquella época, éste tenía a gala haber paralizado aquellos proyectos de parkings subterráneos de aquel entonces. Y es que parecer que los parkings subterráneos han tenido históricamente unos furibundos opositores en unos sectores sociales y políticos muy concretos.
Tendrían que pasar nada menos que 14 años, hasta junio de 1981, cuando el Ayuntamiento aprobaba, en pleno, la construcción de los parkings de la plaza de Toros, Plaza de San Francisco, Conde de Rodezno (bajo el estanque) e Iturrama (bulevar) pero todos ellos no dejarían de ser proyectos y aun se dejarían esperar un puñado de años más. El de Plaza de Toros se volvería a plantear a finales de 1988 y en marzo de 1989 salia el concurso junto a los de Blanca de Navarra, Conde de Rodezno, inaugurado en 1991 y Hermanos Imaz. Hubo un proyecto de construcción de parking en altura en diciembre de 1988 en la esquina de Leyre y Sanguesa que nunca llegó a realizarse. En agosto de 1989 se sacaban adelante varios parkings vecinales en San Juan, Iturrama, Orvina y Casco Antiguo (el de la Plaza San Francisco). Los vecinos de Blanca de Navarra protestaron contra la construcción del parking aludiendo a los posibles riesgos que iban a sufrir sus casas, protestas que continuaron a lo largo de 1990. El 12 de febrero de 1992 comenzaban las obras del parking de la plaza de San Francisco, con algunos incidentes. Resulta paradójico comprobar como algunos conocidos opositores tanto a estos proyectos de parking (Blanca de Navarra, Plaza de San Francisco) como al de la plaza del Castillo, a la vuelta de poco tiempo, se harían con una plaza en estos mismos equipamientos que con tanto ardor denostaban. Curiosa y contradictoria incoherencia En diciembre de este año se aprobaba el parking vecinal de la plaza del Vinculo que se adjudicaría en abril del año siguiente y se terminaría en junio de 1995.
El parking de Santo Domingo del que recientemente se ha vuelto a hablar al querer promoverlo nuevamente el actual cuatripartito municipal es un proyecto antiguo con una complicada historia. En agosto de 1993 el Ayuntamiento encargaba el proyecto del parking de Santo Domingo a los arquitectos Redón y Tena, si bien en el año 1995 ninguna empresa se presentó al concurso para su construcción. El 29 de marzo de 1996 se aprobaba la convocatoria de un nuevo concurso para la construcción y concesión de este parking al que solo se presentó una empresa pero que quedó desierto a finales de junio, pues dicha empresa no ofrecía ninguna plaza de rotación. El concejal Pascal, del PSN hablaba, en aquellos tiempos, de un pacto entre los constructores para no presentarse a los concursos de parkings hasta que no se impulsase el de la plaza del Castillo.
Tengo conocimiento de que en la primera mitad de la década de los 90 hubo un proyecto de parking para Sarasate que contaba con el apoyo de los comerciantes de lo Viejo y el aval de Fernando Redón que también colaboraría en el proyecto de reurbanización del Casco pocos años más tarde, pero este proyecto nunca vió la luz. Entre 1991 y 1995 se habían construido en Pamplona 17 parkings subterráneos con 4.251 plazas. El 10 de mayo de 1996 se aprobaba promover un parking en el Rincón de la Aduana con 750 plazas, inaugurado en diciembre de 1998 con tan solo 432 plazas y un año más tarde, en 1997, se intentaba sacar adelante nuevamente el parking de Santo Domingo y el de Carlos III, aprobado en marzo de 1998. También este segundo vendría con polémica. Tras la construcción del parking se llegó a decir que había que peatonalizar la zona porque el parking no resistía el paso de vehículos. Hubo oposición de los comerciantes por las obras del parking y las dificultades en el acceso. Se plantearon nuevos parkings en Compañía (cuyas obras comenzaron en noviembre de 1999) y de Labrit si bien este último se desestimó, entre otras razones, porque según un informe de un arquitecto municipal su construcción podría dañar la estructura y cimentación de la plaza de Toros. En 1998 fracasaba nuevamente el concurso para el parking de Santo Domingo.
A finales de diciembre de 2000 la alcaldesa Yolanda Barcina anunciaba la construcción de un parking subterráneo en la plaza del Castillo con 600 plazas y una inversión de 2.500 millones de pts. Fue el proyecto de parking más polémico que ha existido en la ciudad. Enseguida se creó se creó una plataforma para recoger firmas y detener su construcción. Se consiguieron, en poco más de un mes, más de 25.000 firmas. Al concurso se presentaron siete ofertas, resultando ser la empresa EYSSA la concesionaria con un presupuesto de 1.921 millones y 802 plazas de parking (aunque finalmente serían 939 plazas). En septiembre se celebró un referéndum popular con una participación de casi 20.000 personas. A lo largo de 2001 y 2002, la obra duró tres años, aparecieron murallas, restos de termas romanas, enterramientos musulmanes, restos medievales, de castillos y de la época contemporánea. En Noviembre de 2002 se declaraba nula la adjudicación a EYSSA al haber adjudicado el Ayuntamiento las plazas por 75 años en vez de por 50, vulnerando la ley por lo que se tendría que volver a adjudicar. A lo largo de los primeros meses de 2003 continuaron los fallos y recursos. En marzo se volvía a adjudicar el parking de la plaza del Castillo y también se volvieron a adjudicar de nuevo las plazas de parking. Al margen de los parkings citados a lo largo de todos estos años y los siguientes se construyeron también otros parkings bajo importantes equipamientos de la ciudad: con rotación en Baluarte, la nueva estación de Autobuses, la nueva Audiencia, el parking del Corte Inglés y solo para vecinos, en Roncesvalles o en calle Olite.
Ahora en 2024 se habla de que van a gastar una millonada en reformar el Paseo Valencia en vez de plantear un parking para dar cabida a todos los que se quedaron fuera de adjudicación de la plaza del castillo… (Lista de espera de más de 1000 personas)
Cuando se remodeló la Plaza del Castillo, en los años 60, el arquitecto D. Eugenio Arraiza, propuso al Ayuntamiento aprovechar las obras para hacer un aparcamiento subterráneo, siendo su idea recibida, no con negativa, sino más bien con cachondeo