2022: ¿Se acabó la pandemia?.¿Al borde de una 3ª guerra mundial?
ACTUALIZADA. Desde mi tercer artículo sobre esta pandemia de alcance histórico, escrito a finales de julio del pasado año, han pasado bastantes cosas. A finales de noviembre de 2021 hizo acto de presencia entre nosotros la última variante de la pandemia SARS Cov-2, la variante Omicron, una variante que escapaba a la protección de las vacunas. Muchos que habíamos resistido contra viento y marea el embate del virus, caimos bajo el empuje irrefrenable de esta nueva ola que era 70 veces más contagiosa que la variante anterior, la india o delta. Para ratificar este hecho vayamos a las cifras. Si a finales de julio de 2021, 75.000 navarros se habían contagiado por el coronavirus y el 3 de noviembre contabamos solo con 11.000 casos más, (84.000), hasta febrero de 2022 220.000 navarros habían sido contagiados tras haberse confirmado por una prueba diagnóstica, bien una PCR o un test de antigenos comunicado oficialmente. Estimaciones oficiales del Gobierno de Navarra calculan, no obstante, que más de un 60% de la población navarra (unas 470.000 personas) se habrían podido contagiar desde marzo de 2020 hasta diciembre de 2022. Desde mediados de diciembre de 2021 a finales de enero de 2022 se produjeron 110.000 contagios verificados por una prueba diagnóstica. Hoy que ya no se controla el nº de contagios y por ello se desconoce con exactitud cuantos navarros más se han podido contagiar desde febrero de este año. No obstante haré un breve resumen de su impacto a nivel mundial.
Un año después del inicio de la pandemia, a finales de enero de 2021, el mundo alcanzaba los 100 millones de contagios. Doce meses después se habían sumado otros 300 millones, los 100 últimos en poco más de cuatro semanas a un ritmo de 3 millones de casos diarios. En octubre, eran más de 600 millones de contagiados, concretamente 621, y más de 6,5 millones de muertos oficiales. A finales de año pasaba de 700 y de 7 millones los muertos. Multiplique seguramente por dos y por tres esta cifra para hacerse una idea mucho más cercana a la realidad del alcance global de la pandemia. La absoluta opacidad de China en los datos de la pandemia, después de tres años de política de COVID cero, podría multiplicar en pocos meses por dos la cifra oficial tanto de afectados como de muertos. Por países destacan, y siempre según datos oficiales, el millón largo de fallecidos en Estados Unidos, seis veces más que en la segunda guerra mundial (con más de 100 millones de infectados), los 676.000 muertos de Brasil (33 millones de contagiados) y el medio millón largo de muertos de la India (con 44 millones de contagiados). Tras EEUU, la India y Brasil, los paises con más contagios hasta el momento han sido Francia con más de 30 millones, Reino Unido: 23 millones, Alemania, 30 millones, Italia: cerca de los 20 millones y España con más de 13 millones de contagiados. Otros países con gran cantidad de contagiados son Rusia, con más de 18 millones de afectados y Turquia con 15. Y las cifras van subiendo cada mes. La pandemia se ha hecho endémica. Surgen nuevas variantes que hasta ahora, afortunadamente, no están siendo graves. Hasta ahora hemos pasado más siete olas, las dos últimas mucho más leves, en la mayoría de los casos, que olas anteriores, y en una clarísima línea descendente de letalidad. Queda por ver como será la más que segura próxima ola. De momento los sanfermines y las navidades las vivimos este año sin restricciones y sin mascarillas, tan solo las llevamos en las villavesas y centros sanitarios.
El futuro de la pandemia sigue siendo todavía incierto aunque a la vista de las últimas olas mucho más esperanzador. No obstante, no nos podemos confiar por completo. El virus ha dado probadas muestras de su increíble adaptación al ser humano, mejorando su transmisibilidad con cada nueva variante. Esta pandemia nos ha descubierto una inquietante realidad, acostumbrados como estábamos a cierta previsibilidad en nuestras vidas y en nuestras sociedades, especialmente en la occidental: nuestra enorme fragilidad. Mucho me temo que hemos aprendido muy poco de esta amarga experiencia. Y, además, como no teníamos suficiente con esta maldita pandemia, el 24 de febrero se iniciaba el hecho bélico más grave desde el final de la segunda guerra mundial, Rusia, una de las dos grandes potencias nucleares del planeta, -con más de 6.000 cabezas nucleares en su poder-, invadía a su vecina Ucrania, enfrentándose con su acción a la Unión Europea y a Estados Unidos y, en general, a la comunidad internacional. Después de 8 meses de guerra y ante el riesgo de caer derrotada Rusia amenaza con el uso de armas nucleares que esperemos por el bien de todos, no se materialice pues, a buen seguro, en esa escalada del conflicto no habrá vencedores. Como en una aterradora película de las plataformas de streaming vamos encadenando un jinete del apocalipsis con otro, a la Peste, (el COVID), se une ahora la guerra, dejando entrever su versión más espantosa. La pandemia pasó hace tiempo a un segundo plano. Hoy la mayoría de la gente está sobre todo preocupada por las consecuencias económicas de un imprevisible conflicto bélico que ya sentimos en carne propia: una inflación galopante de más de 2 dígitos, no conocida desde hace más de 40 años, la subida de los tipos de interés, una insoportable subida de los precios de la energía que amenaza la viabilidad de muchas empresas y por lo tanto de miles de empleos, entre otros efectos. La guerra va a cumplir pronto u año y no se ve cercano el final. El 2023 arroja los mismos nubarrones de incertidumbre que 2022. Veremos y esperemos que no se cumplan las peores previsiones.
Fotos por orden de aparición: Nº 1: Plaza Consistorial, el 26-2-2022. Javier Muru. Adoquines y Losetas. Nº 2. Plaza del Castillo, concentración por Ucrania el 26-2-2022. Navarra Televisión.