
El 20 de noviembre de 1975 estaba estudiando 7º curso de EGB en el Cardenal Ilundain, cuando nos dijeron que había muerto Franco. Algunos se quedaron tan solo con la feliz noticia de que nos daban varios días de vacaciones. A pesar de mis 12 años recién cumplidos estaba al tanto de las cosas. Y es que la circunstancias ambientales, personales y familiares que había vivido me hacían ser consciente del tremendo cambio histórico que se avecinaba. En aquellos años que van de la muerte de Franco a 1981 vivimos unos intensos y agitados tiempos políticos y sociales en nuestras calles, en nuestra ciudad, en nuestras vidas. Nuestra sociedad se debatía entre la reforma y la ruptura ganando finalmente la primera fórmula. En la entrada «Conflictividad social y política en la Rochapea de los años 70» hablaba del ambiente de aquellos años. En esta entrada hablaré, sobre todo, de los procesos electorales que vivimos tras la muerte de Franco y hasta las primeras elecciones municipales forales de 1979, entre medias dos elecciones generales y dos referendums. El 15 de diciembre se votaba en referéndum la ley para la reforma política, aprobada anteriormente por las cortes franquistas que se hacían, de este modo, el «harakiri». El 94% de los votos de los ciudadanos navarros fue favorable a la ley de reforma política.
A la vuelta del año, el 15 de junio de 1977 se celebraban las primeras elecciones democráticas tras la guerra civil, después de más de cuarenta años de Dictadura. Estaba acabando la EGB y tras el verano comenzaría el bachillerato en Irubide. Recuerdo la avenida de Marcelo Celayeta empapelada de multicolores carteles, las fachadas, las marquesinas, camionetas con megáfonos que repetían machaconamente algún eslogan electoral y una invitación al voto a este o aquel partido. En Abril había sido legalizado el Partido Comunista. En el ambiente flotaba siempre el miedo, el temor a una vuelta atrás, el eterno ruido de sables que no desaparecería hasta principios de los 80. Eran tiempos de esperanzas e ilusiones, momentos en los que la asistencia a los mítines y manifestaciones era considerable, en contraste con la desilusión y el desapego de estos últimos años. Sorprenderá a más de uno ver, en esta entrada, algunos nombres y siglas, una miríada de siglas, la mayoría de las cuales, hoy casi cuarenta años después han desaparecido.




En el senado fueron elegidos tres senadores por la UCD (Del Burgo, Sarasa y Monge, con entre 58 y 76.000 votos) y uno por el Frente Autonómico (Manuel de Irujo con 55.761 votos). El Frente Autonómico fue una agrupación electoral formada por el PNV, el PSE-PSOE, en la que también participaron miembros de Euskal Sozialistak Elkartzeko Indarra (ESEI). Surgió como plataforma común de nacionalistas y socialistas vascos para defender en el proceso constituyente que se abría en España en 1977 la concesión de un estatuto de autonomía para el País Vasco y Navarra. El Frente Autonómico presentó candidaturas en Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra. En 1977 el PSOE era partidario de conceder un estatuto de autonomía común al País Vasco y Navarra, estando el PSOE de Navarra integrado dentro del PSE-PSOE. En 1982 el PSOE de Navarra abandonaría el PSE-PSOE y formaría una federación independiente dentro del PSOE, el Partido Socialista de Navarra. La ORT constituye un caso curioso por la enorme influencia que tuvo en el movimiento obrero de Pamplona a través del Sindicato Unitario a pesar de ser un partido comunista de tendencia prochina y orígenes cristianos. Estuvieron entre sus máximos dirigentes Javier Iturbe y José Miguel Ibarrola, candidatos a las elecciones en 1977 y 1979. Las dos primeras fotografías de la entrada plasman, en cierto modo su presencia en los mitines (mitin en el Pabellón Anaitasuna en 1979) y en la calle, mucho mayor que la que fue posteriormente su presencia electoral.

Se eligieron un número de parlamentarios directamente proporcional al de electores que reunía cada una: 10 en Estella, 9 en Olite, 18 en Pamplona ciudad, 13 en Pamplona resto, 9 en Sangüesa y 11 en Tudela. Los cinco candidatos más votados en cada distrito y los dos con mayor respaldo en Tudela serían los nuevos diputados forales y los encargados de designar al nuevo presidente de la Diputación o Gobierno de Navarra. El Gobierno de Navarra que se formó tras estas elecciones estuvo formado por 7 diputados generales (4 de UCD, 1 del PSOE, 1 de HB y 1 de Amayur), presididos por Jaime Ignacio del Burgo (UCD), quien más tarde tras el caso FASA sería sustituido por Juan Manuel Arza. En la foto del anterior párrafo vemos a la naciente Diputación democrática. De izquierda a derecha y de arriba abajo, Jesús Bueno Asin, Pedro Sánchez de Muniain, Angel Lasunción y Angel Garcia de Dios, sentados Juan Manuel Arza, Jaime Ignacio del Burgo y Jesús Malón.

