Comercios del Viejo Pamplona: la calle Mercaderes: 1908-1958

Sigo repasando como eran nuestras calles en la primera mitad del pasado siglo XX, y como quiera que nuestras calles estaban llenas de tiendas revisaré los establecimientos comerciales que había en esta calle, que se llamó Blanca de Navarra durante un largo período, entre los años 1916 y 1972, pues antes, al menos desde el siglo XVIII, y después, y hasta ahora, se llama Mercaderes. Esta calle sufrió un importante cambio en el año 1914 pues, delante de la manzana donde estaba hasta hace poco el Banesto había otra construcción que se extendía hasta el principio de la calle Estafeta, como podéis comprobar en sendas fotografías de los años 1913 (con la construcción en pie) y de 1916 (ya derribada), más adelante en la entrada. Antes había mas tiendas por portales que en las décadas siguientes y desde luego que en la actualidad. Eran locales más chiquitos constituyendo la calle un abigarrado mosaico de tiendas. La calle, como veréis, estaba surtidísima de ellas. Esta calle es una de las más fotografiadas a causa  del encierro, de hecho buena parte de las imagenes de esta entrada reflejan este acto sanferminero, pero es que además nos sirven para retratar y ubicar algunas de las tiendas a que hago alusión. Encabeza la entrada una foto de la calle, de J.Cía de 1933. Comencemos nuestro itinerario comercial, en ese imaginario viaje por el tiempo, en la primera mitad del pasado siglo XX, por los números impares de la calle.

En la esquina de la plaza Consistorial con Mercaderes estaba en 1908 la tienda de tejidos de Pascasio Labiano, tienda que aparecería en los años 20 como Carnicerías, 2 y la tienda y fábrica de chocolate de Prudencia Unciti. Así se puede comprobar en la foto de Baltasar Soteras de los años 50. A continuación, y siguiendo el lado izquierdo de la calle, nos encontrábamos con la firma Mestre y Unzu, posteriormente Unzu Hermanos  y cuyo titular final sería José María Unzu Got que aparecía en los epígrafes económicos de aquellos años como fabricante de géneros de punto, camisería y ropa blanca y confecciones en general. Unzu amplió sus bajos, a costa de las pequeñas tiendas de la calle, en el inicio de los 60 pues inicialmente ocupaba solo el nº 3, extendiéndose a partir de esa fecha desde el nº3 hasta el nº 9 de la calle.  Luego venía la tienda de tejidos al por mayor Sanciñena y Labiano, conocida como Casa Labiano, tal y como vemos en la postal del siguiente párrafo (de los años veinte), y que continuó en las décadas siguientes si bien, posteriormente, en los años 40 bajo la dirección de Rufino Labiano, compartiendo número con Tejidos Mercaderes de Fernando Artal. En este mismo número 5 estaba  Sucesores de Juan Perez (luego Hijos de J. Pérez y Sucesores de Juan Perez) que era una sastrería.

Esta calle, ciertamente estaba muy surtida de tiendas de tejidos y ropa, pues a continuación había otra tienda de tejidos, Cilveti que luego ocupó la droguería y tienda de aparatos fotográficos de Pedro Goñi e Hijo, (más tarde Hijos de Goñi), y desde los años 40 el conocido fotógrafo  Jose Galle Gallego con la misma  ocupación que el anterior: droguería y perfumería además de que situó allí su estudio de fotografía y vendía igualmente material fotográfico. Yo he llegado a conocer esa tienda, al menos la recuerdo en los años 60. Tras la tienda de B. Cilveti, (luego Viuda de Cilveti, que se trasladó  en los años 30 al nº 9) estaban las tiendas  de Francisco Larraza (mercería), y Robustiano Asurmendi (tejidos), que tenía por aquel entonces otra tienda en la calle Eslava y más tarde abriría alguna en el Nuevo Ensanche. A continuación, en los años 20, encontraríamos la tienda de tejidos de Miguel Azcarate (luego Almacenes Azcarate) que permaneció abierta durante algunas décadas, al menos hasta los años 50 y que vemos en la foto del encierro de la década de los 30 adjunta. Más tarde y antes de instalarse la oficina de Caja Municipal hubo, en su lugar, otra tienda de tejidos, la de Pedro San José Chicharro.

Posteriormente, donde hoy se encuentra El Mentidero estaba la pastelería de Jesusa Udobro, negocio que sería traspasado a Eusebio Garicano con la misma actividad (confitería, pastelería y fabricación de chocolate) al que sucedería hasta bien entrados los años 50 su hijo Roman Garicano. Fue la famosa Casa Garicano. De una y otra pastelería tenemos muestra gráfica en el párrafo anterior y en éste, a través de sendas fotos del encierro, la de este párrafo de los años 40. Luego aquí estuvo la cafetería Bardi, antes de El Mentidero. En el nº 15 de la calle, donde hoy está el Iruñazarra, en 1908 estaba la tienda  de José María Iturralde (en los años 20, Hijos de Iturralde) que vendía productos de mercería, quincalla y paquetería, En los años 40, me cuenta Nacho Armendariz, que su abuelo Manuel  junto con su hermano abrieron un economato que convertirían luego, en 1944, en una tienda de ultramarinos conocida como La Cívico (aunque se llamaba la Civico-militar), donde llegaron a trabajar nueve personas. En Enero de 1969 falleció su abuelo Manuel y poco tiempo después se traspasó el local para abrir en junio de 1969, el restaurante Iruñazarra. Tras el actual Iruñazarra, y donde hoy está el Burger (y antes estuvo Cuadrado Urban y Almacenes Tudela) en 1908 estaba la tienda de tejidos de Juan San Julián que yo he recuerdo haber visto abierta hasta finales de los 80 y que vemos en la foto del encierro que acompaña este párrafo, del año 1958). Una curiosidad, en esta dirección tenía su sede social en los años 30 una fábrica de azulejos y baldosas dirigida por la firma San Julian y Cenzano, luego Hijos de San Julián por lo que cabe deducir que la familia San Julian se dedicaba  además de a la tienda de ropa a otros negocios diversos.

Dos imprentas tenían su sede en este lado de la calle, la de los Hermanos Lizaso, que además de ser imprenta vendía productos de papelería y objetos de escritorio y la de Teodoro Bescansa que vemos en el ángulo inferior derecho de la foto de la izquierda, de 1913, de Aquilino García Dean. La de los hermanos Lizaso sería durante muchas décadas, desde finales de los años 10 hasta final de siglo, la papelería de Castiella, de Hilario Castiella Banegas. Tras Castiella venían, y he aquí una curiosidad, la farmacia de los hermanos Ondarra que en los años 30 ya regentaba Joaquín Blasco y la tienda de Cleto Iriarte que vendía muebles y camas de hierro. En el local de Cleto Iriarte estuvieron más tarde, en los años 30,  el bazar de Sucesores de Justo Gortari (vendían un montón de productos diferentes: juguetes, mercería, etc) y en los años 50 la joyería de Pio Bajo Ortiz, que tenía otra tienda en la avenida de San Ignacio. En su lugar estuvo luego Tejidos Condearena y la tienda de discos Liverpool. Tras el local de Cleto Iriarte estaba la citada imprenta de Teodoro Bescansa (luego Vda de Bescansa, Hijos de Bescansa y Regino Bescansa Santacruz) que vendía libros y productos de papelería. El negocio estuvo abierto hasta finales del pasado siglo. A continuación donde durante muchos años estuvo la tienda de calzado de Pedro Garamendi y luego de su hijo, Carlos y hoy la tienda Xaboiak hubo a primeros de siglo una tienda de ultramarinos cuyo titular se apellidaba Carracedo y a continuación una tienda de chorizos, tocinos, jamones y embutidos cuyo propietario se llamaba Eustaquio Martinez. Esta tienda pasaría a ser una tienda de comestibles después de la guerra (Martinez de Morentin)  y posteriormente hasta finales de siglo una de las carnicerías Itarte.

Donde hoy está el Gastrobar La Juana, estuvo durante muchos años La Dulce Venecia, pues bien, rebobinemos un poco esa imaginaria máquina del tiempo y transportémonos a 1908. En ese año y en ese lugar estaba la tienda y fabrica de chocolate, otra más en esta misma calle, de Julian Arbizu (¿sería el mismo Arbizu que fundó las cafeterías Delicias en Pamplona?) que luego pasaría en los años 30 al local contiguo mientras el suyo lo ocupaba Constancio Jarauta con la misma actividad y en los años 40 Carmen Torrente Azparren, igualmente manteniendo la actividad de confitería y pastelería, ya bajo el nombre de La Dulce Venecia. En los años 20, donde durante muchos años estuvo Chile, el último local de la calle, antes de doblar hacia Mañueta estaba la sastrería de Luciano Muru.

Volvamos al principio de la calle y repasemos los números pares. Al principio de la calle encontrábamos, a principios de siglo, la tienda de Hijos de Ramón Goñi (antecedente familiar del actual Gutierrez) y a continuación la famosa confitería, chocolatería y cerería de Ulpiano Iraizoz (vendían chocolates, azucares, ceras y velas) que luego continuaría Joaquina Iraizoz hasta los años 60, (la foto de la izquierda de este párrafo, del Archivo Municipal muestra la fachada de la Cerería-Chocolatería Iraizoz en el año 1966), la tienda de ultramarinos de Trinidad Nieva que cogería en traspaso, en los años 20, Santiago López, la tienda de tejidos Hijos de Javier Olaso (luego Sucesores de Olaso) que vivían en el piso de arriba (algo muy común en aquellos años) y que  traspasarían su local a María Luisa Espelosin y Valeriano Zabalza (que vemos en la foto de la derecha, a la entrada de su tienda)  en el año 1941 para abrir Casa Vale con productos de mercería y géneros de punto. Enfrente, por cierto estaba el estanco de Genoveva Espelosin. Llamo la atención sobre el hecho de que este lado de la calle sufrió a lo largo del siglo cambios en la numeración de los portales de forma que por ejemplo, Vale estaba en 1953 en el nº 6, cuando ahora su local ocupado hasta poco por Viandas de Salamanca está en el nº 4 y el 6 lo ocupa la sucursal de la Caja Rural. En la época analizada pasábamos del nº 6 al 14. Imagino que el edificio derribado en 1914 tuvo algo que ver en este cambio. No es posible comparar pues  la numeración antigua con la actual ya que luego se renumeraron los locales que en un inicio debieron ser parte de la calle Calceteros.

En el nº 14  estaba la relojería de Santiago Marfagón que en los años 30 se trasladó al local que años más tarde ocuparía Pio Bajo, en el nº 23 de la calle y que podemos ver en la postal que encabeza la entrada. En el 16, en los años 50, estaba la mercería Gortari. En el nº 18 (que ahora es el 12), la fábrica de corte y calzado, de curtidos de Vicenta Senosiain (Vda. de Huarte), sustituida en los años 20 por Casa Hevia (regentada por Enrique Hevia, que se definía como «sastrería con surtido de géneros» que también vemos en la citada foto del principio de la entrada) y más tarde por las hermanas Fernández, con productos de mercería (luego Manuel Fernández), si bien yo lo recuerdo durante muchos años por ser una tienda de calzado barato, la de Calzados Fernández. También en el nº 18 estaba Cia y compañía con productos de mercería. A continuación estaba el hojalatero y vendedor de estufas y chimeneas Elias Mutiloa, tras el que en décadas posteriores estarían el estanco de Gonzalez de Regueiro y, durante un breve periodo de tiempo, una de las tiendas de La Madrileña a la que siguió una de quincalla y mercería: Herederos de Domingo Saez. Acompañan esta entrada sendas fotos del encierro, de los años 30 y de navidad de 1958, esta última de Galle.

Donde durante mucho tiempo estuvo la carnicería Blanca de Navarra en tiempos estuvo la tienda de tocinos, jamones y embutidos de Goñi, luego ocupada por Juan Mari Argal, a partir de los años 30, Vda de Argal y una fábrica de paraguas (de Alfonso Jimenez). A continuación estaban (en 1908) la ebanistería y tapicería de Eustaquio Urra y en los años 50 las tiendas de Fermín San Martín (comestibles) y la Droguería Ardanaz. En los números 26 y 28 estaban el taller de curtidos de Jose Ayestarán y la Droguería de Santiago Maquirriain que pervivió hasta los años 30. En los años 50, en el lugar de taller había una tienda de confección propiedad de Concepción Falcón. Desde los años 40 al menos había en la calle dos restaurantes en primer piso, uno regentado por Ana Maria Echechipia Goñí, en el nº 7, el Restaurante Iruña, y otro en el nº 24, dirigido por Baulia Villanueva Sainz, el Restaurante Blanca de Navarra, en el que mi hermano Luis Angel celebró su primera comunión. Sendas fotos, la de la derecha, de Galle, del inicio de la calle Mercaderes, en una procesión de junio de 1947 y una foto de los años 30 del encierro, en la curva de la Estafeta, con los almacenes de Tiburcio Guerendiain (de materiales de construcción), a la izquierda y de Rufino Ayestarán (de curtidos de calzado) a la derecha de la foto cierran esta entrada.Fotos, por orden de aparición: Nº 1: Mercaderes (1933) de J. Cía, Nº 2: Mercaderes (años 30), postal de Eusebio Rubio, Nº3: Mercaderes tomada desde la calle Nueva (años 50) de Baltasar Soteras Elia, Nº 4: encierro de los años 30 (sin filiar), Nº 5: Postal de Casa Labiano (años 20), sin filiar, Nº6: Encierro de 1958 (sin filiar), Nº7: Encierro de los años 40 (sin filiar), Nº 8: Mercaderes (1913) de Aquilino García Dean, Nº 9: Mercaderes (1916), de Pamplona, calles y barrios de J.J Arazuri, Nº 10: Casa Iraizoz (AMP), Nº 11: Valeriano Zabalza Moral (foto familia Zabalza-Espelosin), Nº 12: foto del encierro de los años 30 (sin filiar), Nº 13. Mercaderes (diciembre 1958) de Galle, Nº 14: Plaza Consistorial en el inicio de Mercaderes (1947) de Galle (AMP), Nº 15: foto del encierro de los años 30 (sin filiar).

2 opiniones en “Comercios del Viejo Pamplona: la calle Mercaderes: 1908-1958”

  1. Fernando Fernandez dice: respondió el 6 de junio de 2020

    La tienda de calzado barato del 18 ahora el 12 fue propiedad de José Fernández Ruiz

  2. María Je sús Aranguren dice: respondió el 11 de noviembre de 2019

    Que está muay bien. Gracias al autor y que descansen en Paz nuestros queridos antepasados.

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