El Hotel de los Tres Reyes (1963)

El Hotel Tres Reyes ha sido durante muchos años la gran referencia hotelera de Pamplona.  Fue, durante mucho tiempo, el primer y único hotel de lujo, de cinco estrellas, existente en la ciudad. Se terminó el mismo año en que nací, unos meses antes, a finales  de  marzo de 1963. Fue uno de los grandes elementos icónicos  de esa Pamplona que iniciaba la senda del desarrollismo a comienzos de los años 60. Durante muchos años, contemplaba, desde mi barrio,  allá sobre la meseta de la ciudad su edificio culminado con un llamativo rótulo luminoso de color azul al que acompañaban las coronas de los tres reyes. Lo veíamos, por sus características, precio, ambiente, etc  como un  lugar vetado para el paisanaje local, donde sólo recalaban  aquellos grandes personajes que, de vez en cuando, visitaban nuestra ciudad y a los que aludiré más tarde. El Hotel de los  Tres Reyes se inauguró el sábado, 30 de marzo de 1963 a las 11.30 de la mañana con la presencia de las principales autoridades de la ciudad (acudió también el Director General de Empresas y Actividades Turísticas del Ministerio, D. León Herrera) a quienes el presidente de la Sociedad Promotora, Pedro Turullols, dirigió unas palabras de salutación y agradecimiento. El día 15 de abril se celebró  una gran cena de gala con motivo de la inauguración que costó 600 pesetas por persona y que contó con la amenización de una orquesta cubana,  tal y como aparece reflejado en un anuncio en prensa que reproduzco en esta misma entrada.

El hotel, todo un proyecto referencial en la ciudad en aquellos años,  se realizó  gracias a la arriesgada iniciativa de un grupo de empresarios navarros,  liderados por Pedro Turullols Aguirre,  que querían construir  un hotel de la máxima categoría en Pamplona, para atraer a  los grandes inversores internacionales interesados en crear industrias en nuestra comunidad, en el marco de los planes de promoción industrial de aquellos que tuvieron en Félix Huarte y  Miguel Javier Urmeneta su máximos valedores. Con dicho  fin, el de construir el hotel,  se había constituido el 2 de mayo de 1959 la sociedad Iruña Palace S.A. Inicialmente el hotel se iba a llamar Iruña Palace pero no fue posible la inscripción asi que optaron por llamarlo Hotel de los Tres Reyes, rindiendo así homenaje a nuestra propia geografía e historia. De hecho, hay una vidriera en el interior del hotel que hace referencia a ese hecho. Posteriormente el llamado Hotel de los Tres Reyes se quedó simplemente en Hotel Tres Reyes.

El 9 de  noviembre de 1960, siendo alcalde de Pamplona Miguel Javier Urmeneta, se firmó el acuerdo por el que se produjo  la cesión de terrenos en los que se iba a ubicar  el hotel a la sociedad Iruña Palace. El acuerdo municipal no estuvo exento de un intenso debate social y una agitada polémica, no en vano, el hotel se iba a construir sobre una parte del Bosquecillo, natural extensión del parque de la Taconera,  donde hasta entonces había un recoleto estanque de patos y un palomar. Y este parque de Pamplona era, por razones obvias,  muy querido o apreciado por muchas generaciones de pamploneses.

En 1960, la pancarta de la peña  Irrintzi criticaba la desaparición del estanque de los patos a causa de la construcción del Hotel. Se podía ver un edil empuñando una cachiporra detrás de un muro en el que había una pintada que decía “fuera gansos”, mientras un astado sorprendido veía como una grúa de las obras del hotel enganchaba por la levita al concejal de turno. Completaba el cuadro un turista cargado de maletas que decía “Pampeline, nuevo hotel, habitación nº 100”. La peña Oberena  hacía también alusión en su pancarta  a la desaparición de los patos del estanque de la Taconera: “los patos de los jardines venimos a Sanfermines”. Un cuenquero venía con su camioneta cargada de patos con el pañuelo rojo anudado al cuello, mientras uno de ellos afirmaba que venía de Arazuri. La pancarta de la peña Alegría de Iruña era mucho más dura en este tema: un grupo de concejales daba cumplida cuenta en un terreno vallado (el espacio donde se construía el hotel), de una barbacoa de patos  bajo un cartel que decía “nuevo hotel, platos exkisitos”. Adjunto en el post la pancarta de esta última peña.

Las condiciones que se exigieron desde el Ayuntamiento a los promotores denotaban lo arriesgado de esta empresa: exención de tributos municipales durante 30 años y la obligatoriedad de explotar este establecimiento como hotel durante ese período, aunque se registraran pérdidas los primeros años, cosa que se contemplaba o incluso se cerrara. En la publicidad inicial del hotel  se podía leer lo siguiente, que nos permite hacernos una  idea de sus incomparables prestaciones: 176 habitaciones exteriores con baño, teléfono y radio, salones privados, Bar, Parrilla, Sala de Fiestas, Terraza-jardín, garage subterráneo, peluqueria de señoras y caballeros, tiendas y agencia de viajes. El hotel, se había comenzado  a construir en marzo de 1960, un hotel de lujo  a la imagen de los grandes “Palace” de Europa, con servicios de carpintería, lavandería y pastelería entre otros, bajo  proyecto de los arquitectos Miguel Gortari y Luis Felipe Gaztelu.

Y en efecto aunque estaba previsto  que tuviera 176 habitaciones,  el proyecto se adaptó para que finalmente  fueran  menos:  168 y  finalmente 160 aunque  de mayor tamaño: estándar, executive, junior suites, suites y familiares con una superficie entre 25 y 50 m2 cada una, en las que se alojan tanto para estancias cortas tipo  Business Class como para estancias largas. Que las habitaciones fuesen más grandes fue una exigencia de los propios  promotores. El hotel cuenta también  con nueve salones con capacidad para albergar desde 10 hasta 600 personas, además de gimnasio, restaurante y del jardín con piscina abierta en el que también se celebran eventos, única en los establecimientos hoteleros de Pamplona. Su apertura tuvo una gran repercusión y fue muy bien acogida por sus potenciales clientes. Se consideraba, entonces,  uno de los mejores hoteles del norte de España. Fue el primer hotel de 5 estrellas de la ciudad. En los años 80 renunciaron a una para llegar a un público más amplio tal y  como hicieron otros hoteles de su categoría en España.

Entre otros hitos en su historia, destaca que el Hotel Tres Reyes fue el primero en obtener la certificación ISO de calidad, el primero también en tener aire acondicionado en el norte de España,  y que su Restaurante Grill (hasta hace poco Cafetería  Tres Reyes y hoy el restaurante-arrocería La Cuchara de Martín) sirvió los primeros platos combinados de Pamplona. Cabe recordar también que el mayor de sus salones, el salón Princesa, albergó el Bingo Tres Reyes desde finales de los 70 y hasta mediados de los 80. Posteriormente se utilizaría para celebrar grandes banquetes. Desde sus inicios, el hotel contó con todos los puestos propios de la hotelería, como recepcionistas, porteros, conserjes, camareras de pisos, sumiller, camareros, cocineros y reposteros, ya que en sus instalaciones había, como he señalado, un obrador de pastelería, un taller de carpintería y otro de lavandería y calandra (planchado). Tenía hasta chico de los recados que tanto podía irse a traerte un paquete de tabaco como unas medicinas de la farmacia. El hotel llegó  a tener en sus mejores tiempos  una plantilla de 200 personas.

Se desarrollaban, entonces,  en el hotel también otras profesiones hoy desaparecidas: telefonistas, lavanderas y lenceras (quienes bordaban a mano las iniciales del hotel en sábanas y almohadas o confeccionaban algunos uniformes) y había un albañil y ebanista propio (que reparaba y fabricaba muebles).  Forman actualmente parte de la plantilla del hotel más de 50 empleados fijos, algunos de ellos con más de 40 años de antigüedad en la empresa. A éstos, se suman empleados eventuales para cubrir los eventos que se celebran, entre los que destacan las bodas y otro tipo de actos de organizaciones y empresariales. Por otro lado, este establecimiento ha venido ofreciendo muchos otros servicios:  música en directo en el lobby bar,  jornadas gastronómicas, etc. Entre los visitantes ilustres que ha recibido el hotel  estaban personalidades extranjeras como  Orson Welles,  Gregory Peck, Henry Ford, Antonio Machín, Madonna, Anthony Quinn, Bon Jovi, Charlie Rivel, Vittorio Gassman, Tomo Hito, principe imperial  de Japón, Humberto de Italia, y embajadores de países como URSS y Estados Unidos, y españolas como Rafael Alberti, Montserrat Caballé, José Carreras, Julio Caro Baroja, Camilo José Cela,  Adolfo Suárez, Don Juan de Borbón  así como los Reyes de España (ahora eméritos), en su primera visita oficial a Navarra en 1988.

A lo largo de sus últimos 20  años, el hotel ha realizado numerosas inversiones de mantenimiento y mejora de todas sus instalaciones. En concreto, las reformas de mayor calado se han llevado a cabo en los años  1980, 2002 y, la última, en 2017, afectando a las habitaciones, salones y otros espacios con una inversión superior a los 8 millones de euros. Se reformaron  las 160 habitaciones del hotel, incluyendo cambios en la decoración y en el equipamiento. Esta  reforma supuso una inversión de 3 millones de euros. También se mejoraron los salones  dotándolos de los últimos avances en  audio y vídeo y se renovaron las instalaciones de cocina y restauración. Pero, además, en el edificio se han llevado a cabo reformas con impacto medioambiental, como la instalación de una planta solar térmica en la azotea (en el año 2004), de las fachadas fotovoltaicas en el edificio (2009-2010) y de una planta enfriadora. Sólo el revestimiento con  paneles de vidrio fotovoltaico de la fachada ha generado más de 50.000 kw. Se han realizado, además, varias reformas en el sistema del aire acondicionado y de la piscina y jardín, todo ello por un importe superior a 4,25 millones de euros.

La propiedad del hotel  ha sido, a lo largo de toda su historia,  de la sociedad mercantil Iruña Palace S.A., una sociedad anónima que en la actualidad cuenta con unos 400 accionistas, casi todos ellos vecinos y vecinas de Navarra, con un capital  de 3.118.207,04 € dividido y representado por 518.826 acciones ordinarias, nominativas y de una sola serie, de 6,010121 euros de valor nominal cada una de ellas, numeradas correlativamente del uno al quinientos dieciocho mil ochocientos veintiseis, ambos inclusive. Todas las acciones están suscritas e íntegramente desembolsadas. A pesar de los cambios que ha vivido en estos últimos años, ha sido una constante de la sociedad Iruña Palace su política de reinversión de los beneficios en el propio negocio  generando también reservas para dedicar recursos al mantenimiento de las instalaciones.

Fotos por orden de aparición:​ Nº 1,  2, y 4: Construcción del Hotel Tres Reyes. Archivo Municipal de Pamplona. Autor desconocido. 1961 Nº 3: Noticia aparecida en el Pensamiento Navarro el 31 de marzo de 1963, Nº 5. Pancarta de la peña Alegría de Iruña, 1960, aparecida en el libro “Las pancartas de las Peñas” editado por la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona en 1981 y de que fueron autores José Luis Larrión Arguiñano y José María Rodrigo Jimenez. Nº 6: Fachada del Hotel Tres Reyes. AMP. 1965. Autor desconocido, Nº 7,  8 y  9, : Archivo Abierto. Gobierno de Navarra. 1963. Expedientes de alojamientos: Hotel Los Tres Reyes, En los materiales procedentes de Archivo Abierto. CC BY-NC-ND 3.0 ES. Nº 10, 11, 12, 13  y  14: Fotografías del día de la inauguración del hotel, por este orden, Alocución de D. Pedro Turullols a las autoridades asistentes; Aurresku de honor a cargo del grupo de danzas del Ayuntamiento de Pamplona; Diversas personas entre los que figuran los autores del proyecto del hotel, Miguel Gortari y Luis Felipe Gaztelu; Librería del hotel, Consejería del hotel. Todas las fotos de este reportaje del día de la inauguración son de Foto Gómez. Nº 15:  Estanque de los patos del Bosquecillo. 1960. Sin filiar, Nº 16: posavasos del Hotel Tres Reyes, Nº 17: Anuncio aparecido en el Pensamiento Navarro el 31 de marzo de 1963 , Nº 18: Ediciones Fisa. Comercial Escudo de Oro. Exclusivas Dominguez. 1966, Nº 19: Postal de Ediciones Arribas, Nº 20 Postal Garcia Garrabella. El texto de la postal está datado en 1966, Nº 21: Postal sin filiar. El texto de la postal está datado en 1975.

2 opiniones en “El Hotel de los Tres Reyes (1963)”

  1. Pero Ramón Iguelz dice: respondió el 8 de agosto de 2024

    A mi padre, Ramón Iguelz Azpíroz, esa época leñador en Francia, le trajeron a Pamplona desde el pirineo francés para talar los árboles que ocupaban el espacio del hotel para luego poder iniciar las obras.

  2. En mi opinión sigue siendo el mejor hotel de Pamplona y sin cualquier tipo de duda su referente como hotel de mayor categoría clasifica le sin demérito alguno entre hoteles más distinguidos ko solo de España sino de Europa.
    El gusto en la realización de la reforma realizada, la amplitud de sus habitaciones y lo completo de sus servicios le confieren la categoría que sin duda merece y los pamploneses tien en él un legítimo motivo de orgullo por tener una joya hotelera como EL HOTEL TRES REYES.
    Un cliente incondicional de este hotel.
    02 01 2022 Barbosa

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