Comercios centenarios: Foto Pablo Mena
Pablo Mena encarna la cuarta generación de una de las sagas de fotográfos más populares y longevas de nuestra ciudad. Hunde sus raíces nada menos que en las últimas décadas del siglo XIX, en 1882, cuando el bisabuelo Félix inició una larga y fructífera trayectoria. Ese año, Félix Mena Martín, natural de Burgos, se trasladó a Pamplona y completó sus conocimientos de fotografía, que había iniciado diez años antes, con Emilio Pliego, ejerciendo de ayudante de éste. En 1888 Mena tenía su estudio fotográfico en la Plaza del Castillo, en el último piso de la Casa del Café Iruña, en el nº 44, y es que, desde ese año, formó sociedad con otro conocido fotógrafo de la plaza, José Roldán Bidaburu, que ya tenía el estudio en ese lugar; aunque su asociación (Foto Roldán y Mena) duró poco más de una década, pues la sociedad se rompió en 1899, quedándose con el estudio Roldán.
Félix Mena, tras separarse de Roldán, se instaló, según Arazuri, en el nº 44 de la calle Mayor aunque según su bisnieto, Pablo, el estudio estaba en el último tramo de la calle el más cercano a San Lorenzo (SIC). Investigando he descubierto que tras su separación de Roldán se trasladó en 1903 al nº 86 de la calle Mayor y no al 44 como afirma Arazuri. Pero los dos datos son ciertos. Y es que el 44 de ahora se corresponde con el nº 86 de primeros de siglo, allá donde estuviese la imprenta Bengaray y más adelante Gráficas Iruña. En aquellos años primeros años de la fotografía en Pamplona, último cuarto del siglo XIX, se buscaban locales de planta alta por aprovechar la luz natural, ya que no había luz eléctrica pero eso acabó convirtiéndose, con los años, en un problema para la accesibilidad de los clientes. De ahí que con el cambio a la calle Mayor Félix destacase en la publicidad «que ya no hacía falta subir escaleras. ¡Venga a hacerse fotografías que en planta baja le atenderemos!».
Félix Mena casó y enviudó joven y como, por aquellas circunstancias personales, -casarse en segundas nupcias no estaba bien visto del todo-, dejó Pamplona y en 1898 se asentó en Elizondo con su segunda mujer. Su hijo Javier Mena Zuasti volvió a Pamplona en los años 20 mientras su hermanastro Félix se quedaba en Elizondo. De ahí que haya dos ramas de la familia, la de Elizondo y la de Pamplona. Javier ubicó su estudio en el nº 12 de la avenida de San Ignacio, hoy 14 de García Castañón, pero, al acabar la guerra civil, en 1939, cogió en alquiler el local del nº 32 del Paseo de Sarasate que al final acabó comprando. Allí estuvo el negocio familiar durante 75 años, primero con el abuelo Javier, luego con su hijo Victorio, y sus hermanos José María y Santos y, desde 1988, con el hijo de Victorio, Pablo, hasta que el 26 de diciembre de 2013 Pablo se trasladó a su actual ubicación en el nº 36 de calle Mayor, toda una vuelta a los orígenes del negocio en la época del bisabuelo. En Sarasate Santos cubría los eventos del día para el Diario de Navarra y Victorio se quedaba atendiendo el negocio en el estudio del Paseo.
Pablo Mena entró a trabajar en el negocio en 1988 aunque siendo más joven ya echaba una mano en verano en la tienda a su padre y su tío Santos. Dos años después del fallecimiento de Victorio, Pablo comenzaba la carrera de Arquitectura pero se dió cuenta de que no era lo suyo y a los tres meses dejó los estudios y se incorporó al negocio. Fue en esa época cuando dejaron la colaboración con el periódico que habían mantenido durante tantos años y se centraron totalmente en las sesiones de estudio, reportajes de bodas, etc. El mundo de la fotografía era muy diferente al de hoy en día. La fotografía era totalmente analógica. Sólo se podía ver la fotografía tras el proceso del revelado. Hoy es uno de esos escasos establecimientos históricos de Pamplona que ha sabido adaptarse, y con nota, al tremendo cambio de la fotografía analógica a la fotografía digital.