Curia, Navarrería, Mañueta y Carmen y sus comercios a finales del siglo XX
ACTUALIZADA. Nos trasladamos en esta ocasión al corazón del corazón de la vieja Iruña, allá donde según los historiadores tuvo su asiento el viejo poblado vascón y posteriormente la primitiva ciudad romana, la ciudad de la Navarrería. Recorreremos estas calles, recordando los antiguos comercios que había en ellos en los años 80, los edificios más emblemáticos, ofreciendo algunas notas y pinceladas históricas así como un pequeño ramillete de fotografías de diferentes décadas del siglo XX. Empezamos por la calle Curia, una de las calles más típicas de la ciudad, con su empinada subida hacia la Catedral. La calle Curia debió ser también calle importante de la ciudad romana, a tenor de los mosaicos y otros restos arqueológicos recogidos en la calle y que se conservan en el Museo de Navarra. A partir del siglo XIV, fue conocida como Calle Mayor de la Navarrería, extendiéndose hasta la calle Calceteros, por un lado y Mercaderes, por otro. En 1423, fecha del Privilegio de la Unión, había tres calles mayores en cada uno de los burgos, situación que persistió hasta el siglo XVI. En este siglo la calle Mayor de la Navarrería se fragmentó en tres calles: Mercaderes, Calceteros y el tramo de Curia se empezó a llamar Subida de Nuestra Señora, en el XVII, Subida de la Seo. El nombre de Curia, también del siglo XVII, procede del hecho de que en el nº 29 de la calle estaba la llamada Torre del Obispo, las oficinas de la curia eclesiástica, en la parte alta de la calle (donde en los años 70 del pasado siglo estaba el Lancelot). Cabe recordar de esta calle algunas cosas más: en primer lugar la existencia de la basílica de Santa Cecilia (hubo una iglesia de Santa Cecilia desde el siglo X) en el cruce de Curia, Mañueta, Navarrería, Mercaderes y Calderería que perduró, con más o menos cambios hasta 1840 en que se cerró al culto, derribándose en 1853 para erigir el actual nº 1 de la calle. En segundo lugar, la existencia de una fuente o fuentes en ese mismo lugar, desde el S.XVI hasta 1913 en que la fuente construida por Paret, una de las cuatro que hizo con motivo de la traída de aguas de Subiza, se trasladó a su actual emplazamiento, en la calle Navarrería. El Cristo de la Capilla de Santa Cecilia se trasladó a finales del siglo XIX al numero 1 de la calle Mañueta. Encabezan esta entrada dos fotos, la de la izquierda, de Julio Cia de 1933, muy bonita, y que corresponde al entronque de Navarrería y Mañueta (hay en esta entrada dos fotos más de esta misma zona) y la de la derecha de Curia de 1983.
Iniciamos nuestro recorrido por los establecimientos de la calle Curia, partiendo de la zona del «carrico de Lucio», en dirección a la catedral. La segunda fotografía de la entrada, que corresponde a la calle Curia, data de 1983 y retrata el comienzo de la calle en aquellos años. A mano izquierda, en el número 1 había, a finales de los 80, una tienda de regalos, se llamaba Elbe que correspondían a las primeras letras del nombre y apellido de su titular, Elena Berruete. Posteriormente, y a lo largo del tiempo, hubo allí una tienda de souvenirs, Amalur 2, una pastelería artesanal, Gozategi, que abrió un chico de Elizondo y desde 2009 una tienda de tes, Especialité que hace poco tiempo se trasladó al número 10 de la calle. Tras ella y en ese lado de Curia nos encontrábamos con el castizo establecimiento hostelero «Hostería del Temple», en el lugar por lo menos desde 1961, regentado por su segunda generación; la cestería de Gregorio Jimenez y a continuación la tienda de Ana Coscolín Génova Amalur, tienda de ropa y artículos de souvenirs, que estuvo abierta en la calle durante más de 20 años, ahora hay en su lugar un estudio de arquitectura o algo así; la confitería Dulces Atienza de Margarita Atienza y más arriba, Epoca, Lurra y Enmarcaciones Molmar. Aquí, en este tramo hubo a lo largo del tiempo un poco de todo: muebles y géneros usados, loza y porcelana, bellas artes, etc. Casi como lo ha habido después con negocios como La Cabina, Niu Ceramica o Hari Ari, este último en el local donde estuvo Molmar. Al final de este lado de la calle estaban en el número 27, el Ttutt y más arriba, muy cerca de la catedral Don Lancelot, regentado en su existencia por diferentes titulares.
Empezando por el lado derecho, en la esquina estaba la Farmacia Garate (hoy Farmacia Catedral, regentada por Esther Arnedillo), luego la Mercería María Jesús, en el mismo local que estuvo el Café Curia y luego La Hormiga Atómica (precedente de Katakrak) y la Tetería La Luna; a continuación estaba Carnicería Eguaras, la tintorería Mar de Plata, una tienda de antigüedades, Landare, una lechería veterana (databa de 1936), una librería-papelería. También estuvo en este lado de la calle Bereziak (que luego bajaría a Mercaderes) aunque no recuerdo exactamente en qué número. Si que recuerdo en cambio que en el número 18 estaba la Galería de Molmar. Más allá creo recordar un taller de restauración de muebles y una camisería. Junto a este párrafo podemos contemplar dos fotos, a la izquierda una vista de la calle Curia del año 1935 y a la derecha otra de la misma calle de 1999, antes de su peatonalización.
Si estas calles son el corazón de lo Viejo, la calle Navarrería es la zona, especialmente, en su parte más alta, más antigua de la ciudad y del burgo. Es una calle irregular en su configuración que comienza en la confluencia con Mañueta y la zona del llamado «carrico de Lucio» y termina en la plaza de San José. Las primeras referencias (del siglo XIII) hablan de la calle o Rua de Santa Cecilia, hasta el siglo XVI en que se le comienza a llamar de la Navarrería si bien el segundo tramo (desde la plaza de Santa Cecilia a la de San José) se la conoció entre el siglo XIV y XVII como calle de la Pitancería primero y de la Ración, después. La conocida popularmente como plaza de la Navarrería se la ha conocido además con otros nombres como Plazuela de Santa Cecilia, (su nombre oficial desde 1913) o Plaza de Zugarrondo. En esta calle hay dos edificios emblemáticos que conviene recordar: el Palacio del Marques de Rozalejo, hoy en obras de reformar para Albergar el Instituto de la Memoria, y la antigua Escuela de Magisterio, hoy sede del departamento de Comercio y Turismo que vemos en una de las fotos de esta entrada. El Palacio del Marques de Rozalejo data de la primera mitad del siglo XVIII. Fue el primer marques de Rozalejo, D. Fernando Daoiz y Guendica. La casa pertenecía a la familia desde un siglo antes. Por su parte la antigua Escuela de Magisterio y Empresariales data de mediados del siglo XIX. Se abrió como Instituto de 2ª Enseñanza en el año 1865 (la obras habían comenzado en 1861) y en 1944 se creó la Escuela de Comercio, que más tarde alojaría las enseñanzas de Magisterio y Empresariales, dependientes de la Universidad de Zaragoza. No puedo por menos que hacer siquiera una mención a la plazuela de San José, recoleto y tranquilo lugar donde los haya. Allí encontramos una fuente de hierro colado que hasta 1952 estuvo en la plaza de Santiago, detrás del Ayuntamiento y que había sustituido a otra en piedra que se había trasladado a Descalzos, obra del maestro de obras municipal José María Villanueva y el convento de las Siervas de María, obra de Florencio Ansoleaga que se inauguró en diciembre de 1910.
En Navarrería nos situamos justo en la esquina de esta calle con Mañueta. Junto a estos párrafos podemos ver el inicio de la calle a finales de los 70, en su confluencia con Mañueta y ese mismo punto en los años 90, con el nuevo edificio con metalistería verde que le pega a la zona como «a un santo, dos pistolas». En la esquina estaba la zapatería de José Javier Adrian Goñi, traspasada en el año 2000 a María Eugenia Ugarte y que más tarde ocuparía la tienda Nuk y luego la heladería «La Divina Comedia». A continuación, una pastelería cafetería de Taberna, posteriormente la tienda de periódicos y revistas de Carlos Andueza (1983-1991) (donde estuvo Biona), Karmele de Carmen Yera Elizalde, desde 1979 (hoy Karmele Berri), la Pescadería Felipe (de Felipe Campanero), Ebano (desde 1986 y que hoy está en Mercaderes, en tiempos tuvo dos tiendas una junto a la otra, una con ropa y la otra con artesanía); entre este local y la peluquería de Pijuti hubo un salón recreativo en los años 70 y primeros 80, Pijuti era el apodo por el que se conocía a Juan Herce Gómez, todo un personaje en el barrio, fallecido en enero de 2014; luego venía el Mesón de la Navarrería, abierto en 1967 sobre la taberna o tasca de Primitivo Mina; luego debió existir una tienda de Atanasio Echarri en el número 17 allá por los últimos años 80 y primeros 90; el Palacio del Marqués de Rozalejo, a continuación el Bodegón La Ribera (1972) giramos hacia la Catedral y tras el Barbacoa y la actual Trastienda de la Navarrería, que se abrió en 1998, nos topábamos con una Librería (Técnica), la carpintería Tormo, Muebles Iñigo y al final de la calle Dag Decoración, regentada por Alberto González y su mujer, Mari Carmen de Andrés. Volvemos al inicio de la calle. En la zona del «carrico de Lucio» había un kiosko de prensa y revistas, tras él, la joyería-relojería Valles, la mercería-lencería Surama, yo recuerdo en estos primeros números otros establecimientos: perfumería, una de las tiendas de Elena Olaso, etc, en el número 4 el Oiat de Federico Arraztoa, luego el Cordovilla en el 8, el Ezkia en el 10, La Mejillonera, el Mesón de la Tortilla, La Cervecería El Alemán (hoy Los Burgos de Iruña) y en el nº 20, pasados todos los bares Zugarrondo y la librería Mugan que luego se trasladaría al Ensanche. También en Navarrería, aunque a principios de los 80 estuvo aquí la boutique Hierba que luego se trasladaría a la plaza del Castillo. En las fotos adjuntas vemos dos fotos de la calle, una del comienzo de esta aunque con el objetivo dirigido hacia la zona de Mercaderes y otra de la plaza en dirección a los establecimientos con el número impar (El Mesón, Ebano, etc). También líneas más arriba hay una panorámica de la zona tomada desde la Catedral y que corresponde al año 1983.
La Mañueta era una de las calles con más sabor, más casta y con más solera del Casco Viejo. A ello contribuía, de forma clara, la presencia de un animado mercado como el de Santo Domingo y la idiosincrasia y el tipismo de muchos de sus establecimientos. En origen fue como la calle Santo Domingo un barranco que desaguaba en el Arga. Su primera denominación parece que pudo ser Rua de los Caños, luego Rua de los Baños (nombre que persistió hasta el siglo XVII) en el barrio de la Mulatería. Parece que del euskerico Bañueta se derivó finalmente Mañueta, su nombre actual. Este nombre aparece por primera vez en el siglo XVIII. Aparte de sus típicos comercios a la calle se la conoce sobre todo por la existencia de un famoso frontón, cubierto por un tejado de zinc. Estaba a la altura del entonces nº 13 de la calle, hoy inexistente, aunque en su lugar hay un moderno frontón bajo parte del suelo de la plaza de los Burgos. El viejo frontón lo abrió en el año 1911 un tal Gerardo Areta y se clausuró en 1954. Eran famosas las apuestas que se hacían en su cancha y que recogió el periodista pamplonés José Luis Larrión. Por aquella fecha se tiraron también las casas de la Bajada de Carnicerías y se construyó la plaza de los Burgos, en la zona ocupada por el antiguo frontón. Las fotos que acompañan este párrafo datan de ese año.
Bajando por la calle, a la izquierda, a finales de los 80 había, en primer lugar, Pastas La Mañueta, sustituida luego por otra de las tiendas de Elena Olaso, la floristería Eden (antes, entre 1982 y 1991 estuvo algunos números más adelante), una de las dos tiendas de Valero, el ultramarinos de Pilar Fernandez, un taller de reparación de calzado de los Villar, las tiendas de las hermanas Arraiza Razquin, Punto Moda y Calzados la Mañueta, entonces en su viejo local del edificio contiguo a la plaza de los Burgos donde estaban desde 1963 y que se derribó a finales de los 90. Esta empresa también contaba y cuenta con otra tienda en la misma calle, en el nº 4, el 2 lo ocupa o lo ocupaba hasta hace poco una inmobiliaria, a continuación de la zapatería de Adrian Goñi, en el nuevo edificio de la esquina que sustituyó al viejo y que hemos visto en las fotografías de esta entrada. Tras Almacenes San Fernando estaba Congelados de Jesús Fernández Oteiza, la Churrería de la Mañueta, una tienda de calzados Encurtidos y Aceitunas Valero, la Mercería Ruiz, Cremalleras La Mañueta, la otra tienda de Punto Moda, la tienda de alimentación de Jesús Ezpeleta, Herboristería Lezaun (desde 1976), Pescadería, luego Congelados La Mañueta, Flores y Plantas San Fermín, Cuchillería Caneda (en el lugar desde 1938), Cafes La Mañueta, Alimentación Jose Maria Vidador (que luego regentaría Carlos Mógica), justo al lado estuvo durante muchos años la tienda de loza ordinaria y cacharros de barro de Laureano Jimenez, concretamente desde 1930 a 1986, y ya en el Mercado y bajo el Zacatín la carnicería de Jesús Fernández. Dedicaré unas palabras a la centenaria churrería de la Mañueta que en diciembre de 2022 cumplió 150 años. La fundó el abuelo de la actual propietaria, Paulina, Juan Fernández Calero, primero en la calle Curia y luego en la Mañueta. Solo abre 14 días al año, durante las fiestas, los cuatro domingos de octubre y el fin de semana anterior a las fiestas. Acompañan a este párrafo dos fotos, la de la izquierda de 1954 nos da una panorámica de que como era la calle antes del derribo de todos esos edificios, parte de los cuales darían paso a la ampliación del Mercado con el supermercado que hubo en él durante muchos años asi como a la nueva plaza de los Burgos. La de la derecha, tomada desde la zona del Zacatín data de finales del pasado siglo, 1998 o 99.
La Calle del Carmen que comienza en la plaza de la Navarrería y se extiende hasta el Portal de Francia conoció otros nombres a lo largo de su historia: Calle de San Prudencio en el siglo XIII, Rua o Calle Mayor de los Peregrinos en el XIV, denominación que persistió hasta el siglo XVI, y que convivió con la de Gran Rua de la Navarrería. A partir del siglo XVII es cuando se la conoce como calle del Carmen. El origen del nombre procede del Convento de Santa María del Carmen Calzado que estuvo en el lugar, al final de la calle, en su lado derecho, durante cinco siglos y pico, desde el siglo XIV hasta mediados del siglo XIX. El conjunto lo componían un gran convento, iglesia y noviciado situados al final de la calle, en sus números pares, lindando con la calle del Redin que a mediados de siglo con la desamortización se destina a otros usos: cuartel, hospital, almacén hasta su progresivo deterioro y derribo. Podemos ver las dimensiones del citado convento en la foto del año 1880, cuyos autores fueron Roldan y Mena y que vemos unas líneas más abajo, a la derecha.
El terreno ocupado por el convento lo compró el Ayuntamiento y luego lo vendió a varios particulares: a Lorenzo Martinicorena que construyó en 1912 tres naves para almacén de madera en la esquina entre Carmen y Redin. En la foto de la izquierda del párrafo anterior vemos una vista de la calle del Camen, tomada desde el Portal de Francia, con esas naves o almacenes, a la izquierda de la foto. En 1967, sobre su solar, se levantó un moderno edificio de viviendas, con un restaurante en su bajo. Don Andrés Miquelez edificó otra nave, ya en la calle del Redin, para fabrica de alpargatas que luego fue garaje y que a partir de 1973 dió paso a otro moderno edificio en cuyos bajos estuvo la discoteca Xuberoa; y en la parte de más arriba del solar del viejo convento, en la misma calle del Redin, el terreno fue comprado por Goñi Hermanos para ubicar allí su fábrica de tejidos. Cuando ésta se trasladó a San Juan en su lugar se ubicó la fábrica de Chocolates de Pedro Mayo, de la que hablamos cuando nos referimos a la zona del Caballo Blanco y el Redin. En la calle del Carmen y hasta 1944 estuvo, en los primeros números impares de la calle la fachada posterior de la Maternidad e Inclusa. Tras su derribo se abrió la actual calle Aldapa. En la foto del párrafo anterior (foto derecha) vemos una toma de J. Cia del año 1936, con la Maternidad en el lugar en que luego se abriría la calle Aldapa, calle que divisamos tras el contenedor de obras de la foto de la izquierda de este párrafo del año 1996. Es conocido el hecho de que el barandado de la escalera del nº 25 de la calle fue confeccionado con cañones de fusiles de la guerra carlista y se dice que de ella salió un día de octubre de 1833, Tomás de Zumalacarregui, para unirse a las tropas carlistas. A finales de los 80 ya era patente la escasez de comercios en la calle del Carmen. En esta calle recuerdo comenzando por el lado derecho de la calle, empezando desde Navarrería, el bar Barbacoa: Alimentación Ventura, Encuadernaciones Alfaro (cuyo origen data de 1897), el Auzokoa, El club Alpino, Zugarrondo. Aquí Estuvo en la otra acera, El Pazo Monterrey, anteriormente Corners Pub y algunos otros bares: Africa, Krawill. Haciendo memoria recuerdo que en esta calle hubo durante mucho tiempo una iglesia evangélica, probablemente una de las primeras de la ciudad y en esta calle tenía su taller de restauración Fermín Arce. También tuvo su primera sede el Rodero y la fábrica durante muchas décadas de las 3 ZZZ.
Yo vivi en Mañueta hasta el 71. Los recuerdos que tengo de crio, era que no habia fronton. En ese lugar habia un solar. ¿Alguien me lo puede confirmar? Gracias.
Tal y como digo en la entrada, en el año 1954 se derriba el antiguo frontón y en 1986 con la reforma del mercado de Santo Domingo es cuando se habilita el nuevo frontón que conocemos. El viejo frontón estuvo, pues, en activo, desde 1911 a 1954, o sea, 43 años.
saludos Charli. También yo viví en la Calle del Carmen Nº25 desde mi nacimiento, deseaba aportarte algún dato que recuerdo de esa época, estaba la tienda de comestibles de Eulogio Izquierdo en la esquina de Carmen con Dos de Mayo , Jose el Tapicero (en la bajera justo debajo de mi casa )la carbonería de Teófilo en el Nº 19, la trapería justo enfrente
(donde hoy en día existe una pequeña Librería con encanto), he disfrutado mucho leyendo tus recuerdos de Pamplona un saludo
Saludos Charli.Gracias por hacerme revivir mis tiempos de adolescencia. Nací en la Calle del Carmen 22 Bueno,como todos en la Maternidad de Pamplona.
Nuestros recuerdos compartidos son también historia, la pequeña y gran historia de nuestras vidas y de la ciudad que nos vió nacer.