Cierra Ortega tras 125 años de servicio a la ciudad

Mañana será el último día de «Casa Ortega» o simplemente «Ortega». Su cierre se suma al de otros cinco establecimientos centenarios que han cerrado o lo harán a lo largo de este año: Gutiérrez, Droguería López, Casa Garatea, Cuchillería Caneda o Muebles Ezcurdia. Mejor suerte tuvieron la Vinoteca Murillo (aunque haya cambiado de nombre), las farmacias Gabas y Aguinaga, la zapatería  «La Infantil» o  la Ferretería Sanz que verán prolongarse su centenaria trayectoria. La mala noticia sobre el cierre de «Ortega» la recibí por parte de una de sus socias que me llamó el pasado 4 de julio para anunciarme la colocación de carteles de  liquidación por cese de negocio para unos días más tarde, en plenos sanfermines, el día 8 de julio. A pesar de que soy consciente de las dificultades del comercio tradicional en los momentos actuales, no en vano llevo trabajando para ellos desde hace casi 30 años, debo decir que el anuncio me tomó por sorpresa. Y es que «Ortega», en su privilegiada ubicación al principio de la calle Mayor, no era un comercio más, era todo un símbolo, un emblema del comercio tradicional de la ciudad.

Sobre «Ortega» escribí en la página web de la Asociación,  en este blog y en el libro que publiqué el pasado año sobre los comercios centenarios, así que en esta ocasión intentaré aportar además otros datos e informaciones que no utilicé en ocasiones anteriores. Para empezar debo recordar que el edificio donde se ubica la tienda data de 1883. El 24 de abril de 1882 el alcalde de Pamplona, José Javier Colmenares,  comunicaba a Marcos Aizpún que se le autorizaba a demoler los números 1 y 3 de la calle y a erigir un edificio de nueva planta y en donde consta en el expediente,  la aprobación del arquitecto municipal en aquel entonces, Florencio Ansoleaga. Adjunto croquis del proyecto presentado en aquel año. Según los testimonios recogidos,  en torno a 1899  o 1900 Bonifacio Ortega y Francisco del Valle compraron el local e iniciaron la actividad comercial. No obstante, la primera referencia documental que encontramos en las hojas de riqueza industrial data de noviembre de 1904 en la que aparece la razón social Ortega y Del Valle encuadrado o definido como «comercio al por menor de tejidos o hilados de lana y algodón», posteriormente y de manera simplificada «venta de tejidos al por menor».

Inicialmente «Ortega» empezó como pañería, siendo las telas para trajes de caballero lo que más se vendía en aquella época. A partir de 1926 se quedó como único titular del negocio Bonifacio Ortega. A «Ortega» venían entonces muchas personas de los pueblos y la Cuenca que llamaban popularmente al establecimiento como «Casa Boni». Venían al Mercado y recalaban luego en las tiendas tradicionales y bien surtidas del Casco como «Ortega». A menudo, y en aquellos años, también algunos comerciantes locales, -y Boni no era una excepción-, acudían a las Ferias de los pueblos como vendedores ambulantes, con maletas de género, que vendían en el lugar. Antes de abrir «Ortega», Bonifacio, soriano de nacimiento, había trabajado como aprendiz en la vecina «Casa Górriz» situada enfrente, en los bajos del palacio del Condestable. En 1935, Bonifacio Ortega fallecía en accidente de tráfico dejándole el negocio a uno de sus hijos, José Ortega Ergueta, que era un gran aficionado a la pintura, pero que tenía una salud un tanto quebradiza.  Sus otros dos hijos no habían querido seguir en el negocio familiar ya que habían marchado a Madrid para cursar carreras de ingeniería.

José Ortega o Pepito Ortega, tal y como se le conocía popularmente, regentó la tienda durante 30 años, desde 1935 a 1965. Durante ese período la razón social fue la de «Hijo de Bonifacio  Ortega». Con la entrada de José se empezó a vender, además de las telas para  traje de caballero, telas para vestidos y batas de señora, sabanas, mantas, ropa de trabajo, géneros de punto y confección en general. Durante algún tiempo a «Ortega» le llegaron a llamar «la casa de las mantas», incluso aparecía tal denominación en las bolsas que daba el comercio a los clientes en aquellos años.

En 1966, José Ortega, -que fallece en 1997-,  les dejaba el negocio a dos de sus dependientes que llevaban mucho tiempo con ellos, Daniel Cayuela Ortega y José Manuel Navarro. Daniel Cayuela Ortega, era sobrino de José y en 1936 ya  trabajaba en la tienda como aprendiz o como se llamaba entonces haciendo recados, lo que se llamaba vulgarmente como «maca», y José Manuel Navarro había entrado  a trabajar en la tienda en 1949. A partir de ese momento la tienda se conoció como «Sucesores de Ortega», en los últimos años «Ortega» a secas. En esa fecha se amplió el local con un escaparate exterior y una zona de probadores pero siempre manteniendo su interior y la fachada. Se hizo la ampliación incorporando el local de la antigua peluquería que había justo al lado. Fue entonces, en esa época, cuando sin perder la esencia de comercio tradicional, empezaron a vender trajes regionales, blusas de fiesta y todo tipo de prendas confeccionadas. Se redujo el apartado de telas, -la gente ya no cosía tanto, ni se hacían sus trajes como en tiempos pasados cuando abundaban en la ciudad y sobre todo en el Casco Antiguo los sastres y las modistas-, y se aumentó mucho el de las prendas confeccionadas.

Tras el fallecimiento de Daniel Cayuela en 1990, la titularidad de su parte en el negocio  pasó a manos de su esposa, María Ansa Sanz y luego, a partir del año 2003, a sus tres hijas Asún, María Eugenia y Teresa Cayuela. María Eugenia trabajó bastantes años en la tienda pero falleció en diciembre de 2018.  La otra parte recaía en  José Manuel Navarro que falleció el 23 de diciembre de 2023. Navarro se había jubilado en el año 2001; su hija Mª Esther, fallecida en enero de 2014, también trabajó en la tienda. «Ortega» contaba en el momento del cierre con ocho socios, cinco hermanos de la familia Navarro (dos de ellas, María Sagrario y Roncesvalles, regentan el establecimiento «Sagrario Navarro» de la plaza Consistorial) y tres de la familia Cayuela así como cuatro empleados. Durante 55 años trabajó en «Ortega» Jesús Chocarro que estuvo trabajando durante 55 años en la tienda. Con el cierre de Ortega se nos va una parte importantísima del alma comercial de esta ciudad.

Fotos por orden de aparición: Nº 1: Hijo de Ortega en los sanfermines de los años 50. ca 1955-1965. Nicolás Ardanaz. Colección Comparsa. Archivo Municipal de Pamplona , Nº 2: Proyecto de construcción del edificio de Mayor, 1. 1882. Archivo Municipal de Pamplona, Nº 3. Ortega en 1954. Inge Morath. De su libro «Guerra a la tristeza». 1955, Nº 4: Sucesores de Ortega en 1979. Galle. Archivo Municipal de Pamplona, Nº 5: Ortega en 2013. Carlos Albillo. Archivo Asociación Casco Antiguo de Pamplona, Nº 6 y Nº 7: Ortega en 2016, con Francisco y María Eugenia, entre otros. Foto Blumun. Laura Blázquez. 2016. Archivo Asociación Casco Antiguo de Pamplona.

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