La avenida de Marcelo Celayeta ha constituido el eje o columna vertebral del barrio de la Rochapea durante la mayor parte de su historia reciente, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX. El viejo camino de Villava, luego avenida, que se extendía entre Cuatro Vientos y Capuchinos pasó a llamarse avenida de Marcelo Celayeta, fundador de las escuelas del Ave Maria y de la iglesia del Salvador, por acuerdo el pleno del 27 de julio de 1951.
Desde entonces, además de convertirse en una de las principales vías de tráfico de la zona norte de la ciudad se convirtió en escenario privilegiado de los primeros movimientos sociales y huelgas obreras de nuestra ciudad, en las postrimerías del franquismo: Chalmeta, Industrias Esteban, Motor Ibérica, la huelga general de 1973. El cruce de Cuatro Vientos, la iglesia del Salvador (donde con frecuencia se encerraban los comités de empresa en huelga, a veces con desalojo policial incluido) o la zona del Bar Porrón están indisolublemente unidos a la convulsa historia de nuestra ciudad, tanto en la epoca del tardofranquismo (1968-1975) como de la transición democrática (1976-1981). La primera foto que ilustra esta entrada es del tramo más cercano a Cuatro Vientos, cerca del cruce con la calle Rio Arga. A la derecha, la carpintería de Garaicoechea, metida en el hueco que no se ve, la pescadería Galar, y en esa especie de barracones de planta baja diferentes establecimientos comerciales entre los que destaca la librería de la Pachi, uno de los más entrañables personajes del barrio, en nuestra más tierna infancia.En su librería compraríamos los primeros dulces y golosinas (ah, aquellas mantecadas y tortas de txantxigorri), los primeros albumes de cromos, los primeros libros…Estas viejas construcciones serían derribadas cuatro o cinco años más tarde, primero esa construcción de planta baja y en torno al año 1972 o 1973 la carpintería y la pescadería citadas. Y aun la Pachi nos acompañaría durante 12 o 15 años más, hasta su jubilación en el nuevo edificio que ocupasen los viejos barracones.
Más adelante se observa uno de los pocos edificios que se conservan en la actualidad, la Iglesia de la Clínica Psiquiatrca de las Hermanas Hospitalarias (Padre Menni), seguido del edificio del antiguo Banco Central (hoy en sus bajos hay una academia de baile) y que conocería un espectacular atraco en los primeros años 70, el cine Amaya, perteneciente a la empresa Saide, cerrado en el año 1971 y derruido veinte años más tarde con las nuevas construcciones y viales del barrio, las llamadas Casas de Oscoz, con el Bar Feliciano y la Senda como algunos de los hitos más importantes (junto al bar Porron) para los andarines del barrio, (hubo tiempos en los que también se chiquiteaba en este barrio).
En la segunda e invernal foto foto, de algunos años antes (febrero de 1963), podemos ver, además de un curioso rebaño de ovejas que circula por una mal urbanizada avenida, a la izquierda el grupo de Casas del Salvador, más adelante lo que conocíamos como la Casa de la Marichu, seguido del edificio donde durante décadas estaría la tienda de las Hermanas Amezqueta. Más adelante, la casa y cuadras de los Goñi, la Casa Parroquial y al final de la foto se atisba en ese día brumoso la inconfundible torre de la Iglesia del Salvador. Las últimas construcciones que alcanzamos a ver son un par de manzanas cercanas a Cuatro Vientos, uno de los edificios sigue actualmente en pié, allí donde estuvo el Bar la Cabaña y hoy es un kebab y al que se trasladó tras el derribo de las casas de Cuatro Vientos, Eliseo. En el otro estaba el antiguo bar Cuatro Vientos.
(Fotos: Colección Arazuri. Archivo Municipal de Pamplona)