Plazuela situada en las inmediaciones del antiguo portal de Santa Engracia, hoy Portal Nuevo, al final de las calles Santo Andia, por un lado, y Recoletas, por otro, entre los muros de los conventos de los Carmelitas Descalzos y de las Madres Recoletas. En los siglos XVI y XVII la plaza estaba ocupada por once casas y sus correspondientes huertas. A mediados del siglo XIX había en este lugar un Matadero de Cerdos, antes de que se construyese el Matadero Municipal de la calle San Roque en el año 1908. Con la construcción del Matadero Municipal, los diferentes mataderos dispersos por la ciudad se trasladaron a dicho matadero, junto a la cárcel. Con el derribo del antiguo matadero en este paraje es cuando podemos decir que se configura la plazuela tal y como la hemos conocido durante largos años. En el lugar hubo un abrevadero hasta enero de 1955, en la esquina de la plaza con la calle Recoletas. Pero quizás por lo que es más conocida esta plaza es por la ermita de la Virgen de la O o más apropiadamente de la Virgen María, Nuestra Señora de la Esperanza. La talla había dejado su huella también en el nombre de la calle contigua: Santo Andia (de «sanduandia» o santo grande). No olvidemos que la talla de estilo gótico mide nada menos que 1,78 metros de altura. Junto a este párrafo, encabezando la entrada, podemos contemplar dos fotografías, la primera del año 1934, con unos moceticos-as delante de la ermita, la segunda de Zubieta y Retegui, con una panorámica de la plaza de la O hacia 1940, también con unos chavales jugando en el lugar, ambas del libro de J.J. Arazuri, «Pamplona, calles y barrios».
La devoción a esta virgen hunde sus raíces en el siglo XII o XIII, de la mano de la llamada Cofradía de Labradores del Mercado de Pamplona, luego Cofradía de Languinobrari que fueron los que erigieron la ermita en honor a la Virgen. El lugar albergó también durante siglos un hospital para alivio de los pobres. No obstante, la ermita o basílica de la Virgen de la O, que hemos conocido muchos durante el siglo XX, fue construida en el siglo XVIII en terrenos que cedió el Ayuntamiento a los vecinos de Santo Andia y a la cofradía de Languinobrari. Junto a este párrafo vemos, a la izquierda, arriba, la plaza y ermita de la Virgen de la O en 1962, y abajo la ermita en 1899, ambas fotografías aparecen en el libro de J.J. Arazuri, «Pamplona, calles y barrios» y a la derecha la capilla antes de su demolición.
Y es que en 1987, el Ayuntamiento cambió de un modo bastante drástico y, en mi opinión absolutamente desafortunado, la apariencia de la plaza y la basílica. Para empezar derribó la vieja y modesta ermita que habíamos visto durante la mayor parte del siglo XX y construyó una fea torre, para albergar la imagen, sin ningún tipo de gusto ni personalidad. Además dotó a la plaza de una pérgola de pilares de hormigón y unos bancos de piedra. En el 2006 y dentro del proyecto de reurbanización de la zona se planteó reconstruir la antigua portada de la ermita, eliminando la torre y parte de la pérgola y los bancos de piedra, si bien en las obras del año 2010 no se acometieron por completo estas obras, ya que tan solo se eliminó la pérgola y una construcción de dudoso gusto pero no la torre, se pavimentó la plaza con losa y adoquín, se mejoró el saneamiento, el alumbrado y el arbolado y se eliminó el muro que escalonaba la plaza frente a la calle Recoletas, tal y como vemos en las siguientes fotografías en color de la página web del Ayuntamiento, con la plaza en obras y las obras terminadas.
Fotos referenciadas en el texto
Me gustaria tener una foto del quiosco de prensa de Lucio, que estaba entre la Calle Navarreria y Curia.